La fiscal solicitó ayer una pena de dos años sin conducir y
3.600 euros de multa para un sujeto por un supuesto delito
contra la seguridad del tráfico. La defensa solicita la
libre absolución. Al parecer, los policías explican que el
conductor iba bebido y conducía en zig zag; este explicó que
su mascota iba asomada a la ventana y por miedo a que
cayese, hizo el brusco movimiento y que llevaba desde 2002
sin beber por un tratamiento.
Al parecer, los hechos denunciados se produjeron el 17 de
diciembre de 2005 sobre la una y cuarto de la madrugada. En
ese momento, unos vecinos de la zona llamaron a la Policía
Local para informar de que un ciudadano conducía con
movimientos en zig zag, invadiendo el carril contrario de la
Avenida Virgen de África y poniendo en peligro la seguridad
del resto de conductores.
Según el acusado, “me había bebido dos cervezas sin alcohol
porque estoy en tratamiento desde 2002. Mi perra iba asomada
a la ventana y pensé que iba a saltar por lo que hice dicho
movimiento para evitar su peligro, pero sólo fue una vez. La
policía me paró a la altura del colegio Maestro Juan Morejón
aunque no me hicieron las pruebas de alcoholemia”.
Los agentes acudieron en calidad de testigos y alegaron que
“no hicimos la prueba porque el aparato estaba estropeado.
Sin embargo, realizamos un informe de sintomatología porque
el acusado tenía los ojos apagados, deambulaba vacilante y
no podía encadenar bien las palabras de una frase con lo
cual pensábamos que estaba bebido”.
En su informe final, la representante del Ministerio Fiscal
solicitó para el acusado una multa de 12 meses a razón de 10
euros diarios (3.600 euros) y la prohibición de conducción
durante dos años argumentando que los hechos habían quedado
probados en las declaraciones del acusado y los testigos,
imputándole un delito contra la seguridad del tráfico.
Por su parte, la defensa pidió la libre absolución ya que
“no hay dato objetivo de que estuviese bebido y menos que
esto influyese en su conducción. Además, los agentes no
estuvieron presentes en el momento del supuesto zig zag”.
Antes de que la jueza del Penal anunciase que la vista
quedaría pendiente de sentencia, el acusado quiso añadir que
“los agentes me dieron el alto en la carretera y paré.
Además de decirme que me habían visto por González Tablas a
través de las cámaras de vídeo”.
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