Por asuntos personales e
intransferibles, me he tenido que ausentar durante unos
días, visto lo visto en al tele y leído en los periódicos,
he llegado a la conclusión que no os puedo dejar solos.
Árboles arrancados de cuajo, lluvias, farolas al suelo,
techos que vuelan por las fuerzas del viento, y para que no
nos falte de nada, en cuanto os dejo solos, unos días, nos
quedamos incomunicados. Ni te cuento la que se puede liar,
teniendo en cuenta que cada semana os tendré que dejar solos
un par de días.
Pero como después de la tempestad viene la calma, no hay mal
que cien años dure y ni que por bien no venga pues, a mi
vuelta, me llevo la enorme satisfacción al conocer los
premios otorgados a María Antonia Palomo, Toñi Palomo para
sus amigos, entre los que me encuentro, Mabel Deu, mi
admirada y apreciada consejera de Cultura nombrada mujer
vecinal del año y Rosa Muñoz a la que conozco y aprecio
desde hace muchísimos años como vecina del año.
Y como dicen que al mal tiempo hay que ponerle buena cara,
pues, al menos, con estas agradables noticias de estas
mujeres premiadas se me alegra la cara, a pesar de todo
cuanto ha sucedido por haberos dejado solos unos días. Desde
aquí y desde ya, queremos felicitar a las tres premiadas por
los galardones recibidos en justa correspondencia a los
grandes méritos que ellas poseen
María Antonia Palomo, ha sido la ganadora del premio María
de Eza que fue la primera gobernadora de la plaza de Ceuta
de febrero de 1548 al junio de 1549. Por ello el Centro
Asesor de la Mujer y la Ciudad Autónoma decidieron de mutuo
acuerdo tomar el nombre de esta mujer ceutí para homenajear
a las mujeres caballas que más han destacado en la ciudad en
el transcurso del año.
Este premio que lleva el nombre de la primera mujer
gobernadora de Ceuta, se inició en el año 1996, siendo la
primera mujer ceutí en recibir tan preciado galardón Carmen
Isardas.
Entre tantos problemas como, cada día, aparecen en los
medios de comunicación y lo revuelto que está el patio en el
asunto de la política, que duda cabe que es una bocanada de
aire fresco tener que olvidarse, por unos momentos, de todas
esas malas noticias y recurrir a escribir sobre estos
merecidos homenajes a la mujer ceutí.
Oigas, no es por nada, ni tan siquiera por el enorme cariño
que le tengo a mi tierra, pero Ceuta tiene un mujerío que te
deja sin respiración. Y a esa gran belleza de la mujer
ceutí, que no se puede “aguantá” por la gloria de mi pare,
que diría mi amigo el gitano Juan, hay que añadirles su gran
simpatía y su saber estar en todo momento, además de
demostrar una buena preparación cultural que les ha llevado
a ocupar puestos de responsabilidad dentro de la sociedad
ceutí.
Por todo ese conjunto de cosas y por sus innumerables
méritos, han llevado a la mujer ceutí, no sólo a tener un
puesto destacado en la sociedad caballa sino a ser objeto,
cada año, a esos premios otorgados en reconocimiento a la
labor que han venido realizando, con la otorgación de los
mimos.
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