Es, no cabe duda, el auténtico
problema sin solucionar, con que nos encontramos desde hace
ya varios años, más de la cuenta. Gentes que huyen de su
tierra por hambre o por otras circunstancias y que quieren
llegar a Europa como si aquí estuviera la entrada del
paraíso.
Hacía algún tiempo, sin embargo que parecía, sólo parecía,
que las buenas relaciones con los vecinos de aquí al lado,
habían desviado la ruta de estos inmigrantes hacia otras
partes. Sin embargo, a medida que van pasando las semanas,
se van dando indicios suficientes sobre posibles nuevas
llegadas a las vallas que separan Ceuta del país vecino.
Si esto es así, todo es cuestión de esperar un poco, por un
camino o por otro lograrán ir entrando. Después comenzaremos
con los problemas que acarrea, además de gastos, el
repatriarlos a sus tierras.
Se habla, incluso, de más de 200 subsaharianos que están
esperando entrar, por donde sea, en las inmediaciones de
Beliones.
Y antes de que se haya detectado la entrada de ninguno, otra
vez el punto negro de un fallecido, una persona joven de
entre 20 y 25 años, que fue encontrado por la Guardia Civil.
Las primeras indicaciones apuntan a que se había enganchado
en la valla de separación de los dos territorios, al
intentar pasar a Ceuta.
Una vez más, y ello duele especialmente, tras haber dejado
atrás mil penurias, a las puertas mismas de su objetivo
encontró la muerte.
Llegados a esta situación, aunque no está el momento para
atender asuntos ajenos, creo que Europa se debe plantear y
muy seriamente los contactos con los países de todos estos
inmigrantes para, si es posible, acogerlos pero siempre con
unas documentaciones claras y en regla, además de con unos
controles de sanidad rigurosos, para que quien venga, sepa a
qué viene, y aquel que llegue esté en condiciones de
trabajar o de formarse, pero no para que esté media Europa
plagada de gentes descontroladas en todos los sentidos.
Con esto, si es que hay interés de verdad, además de
solucionar el problema a los que llegaran, pero bien, se
rompería el negocio que ciertas mafias tienen montado con
“viajes a la ventura” y con verdaderos “esclavos” una vez
que hayan llegado a su destino, por cuanto una vez asentados
la mayor parte de lo que producen irá a parar a quienes les
prepararon “ese viaje”, que muchas veces, demasiadas,
terminó en un viaje sin retorno.
Cada vez estoy más convencido de que Europa, hasta hoy, no
ha sabido medir lo que representan estas llegadas, a vences
masivas, y siempre descontroladas.
Ceuta, por su situación geográfica, lleva más de 15 años
viviendo, muy de cerca, lo que significa esto y el coste que
Ceuta está pagando es mucho más grande de lo que pueden
creer esos grupejos que pretenden que los caminos queden
totalmente libres para todo el que quiera pasar por ellos.
Un subsahariano, pues, entre 20 y 25 años, al intentar
cruzar la valla fronteriza, logró salvar la primera línea,
pero de ahí no pasó. El individuo quedó enganchado en la
concertina que se desprendió y lo golpeó contra la valla.
Aunque no se está dando mucha publicidad, los intentos de
entrada se vienen sucediendo, con demasiada frecuencia.
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