La fuerza de la costumbre. Por enésima vez en la temporada,
la AD Ceuta se dejó puntos en el camino, después de haberse
puesto por delante en el marcador. En esta ocasión sucedió
en el Municipal de Marbella, donde se alcanzó el minuto
noventa de partido con una mínima ventaja para los caballas
que no sabrían conservar. Después de haber hecho lo más
difícil, adelantarse por mediación de Alberto al botar un
libre directo, cuando los caballas jugaban con un hombre
menos por la expulsión de Carlos De Lerma. Una inferioridad
numérica que apenas se notó ante un Marbella con
limitaciones, que juega a base de impulsos, y que está donde
está por tener fe en sus posibilidades. Una convicción de la
que hizo gala el marbellí, Santi Moreno, quien recogió un
rechace de Lledó a disparo de Zamorano para establecer el
empate definitivo. En un partido que incluso pudo terminar
con victoria local, si Rives hubiera aprovechado una falta
de entendimiento de la defensa ceutí, en lugar de chutar
alto.
Salvo la recta final de partido, en la que hubo algo de
ritmo, el choque fue aburrido y estuvo exento de ocasiones
claras de peligro para ambos conjuntos. Hasta el punto que
el control del juego pasaba de un equipo a otro, sin la
continuidad suficiente para establecer quien era el
dominador y quien el sometido. Jugando marbellíes y caballas
con el freno de mano echado, pensando en lo que supondría
una derrota. Partiendo los caballas con un Elvis muy
desasistido arriba y con Álvaro arrinconado en banda.
Abusando de los balones aéreos en busca de Javi Navarro.
Un panorama con el que surgirían alternativas. De salida, el
conjunto local dio un paso al frente, haciéndose con el
control del esférico y gozando de las primeras
aproxionaciones a balón parado. Mientras que el Ceuta lo
intentaba a base de disparos lejano, como el de Carlos
Valverde que se marchó a saque de esquina tras tocar en un
defensa rival o el de De Lerma desde treinta metros, que no
encontró portería. Aproximaciones que sirvieron para que los
ceutíes se recompusieron, intentándolo en jugadas a balón
parado que se estrellaban en la zaga local.
Sin embargo, los locales no estaban dispuestos a dejarse
amilanar, poniendo réplica con disparos de José Mari desde
la frontal, Santi Moreno tras darse la vuelta en el interior
del área y Cristian desde lejos. Poniendo a prueba a un
Lledó que respondió con seguridad. Disparos lejanos que no
inquietaban la integridad de ninguna de las porterías, con
los que se llegaría al descanso.
La segunda parte empezó con la misma falta de contundencia.
Arrancando con una falta peligrosa en la frontal del área a
favor de los ceutíes, de las muchas que dispondrían en el
segundo tiempo, que Pepe Martínez estrelló en la barrera.
Recibiendo una rápida respuesta, al sacarse Cristian un chut
que detuvo Lledó. Idéntico destino que el remate de Javi
Navarro que murió en las manos de Ávila.
Aunque serían los marbellíes los que se harían con el
control de la situación. Y así, cuando peor lo estaban
pasando los de Benigno Sánchez, los locales se adelantaron
por mediación de Santi Moreno, al recoger el rechace a un
disparo de Cristian. Tanto que no subiría al marcador, al
ser anulado por un evidente fuera de juego. Lo que no hizo
cesar en su empeño a los costasoleños, que insistían por
banda derecha. Forzando hasta tres faltas consecutivas,
botadas por Carlos Rivera, dos de ellas cabeceadas por
Carlos Arias por encima del larguero,
El horizonte se complicó para los ceutíes, al sufrir la
rigurosa expulsión de Carlos De Lerma por doble cartulina
amarilla, a falta de media hora para el final del partido.Lo
que agudizó la presión de los locales, mientras los
visitantes intentaban salir en velocidad. Viendo la
situación, Benigno Sánchez dibujó una línea de cinco
defensas que sirvió que los suyos se recompusieran. Incluso
generando ocasiones, como el remate de Javi Navarro con
pierna derecha, y botar Alberto una falta que Ávila desvió a
córner. Un arma que los caballas explotarían, ya que
instantes después, Alberto alojó en el fondo de las mallas
un libre directo. Pudiendo el grancanario hacer el segundo,
al recoger un rechace en la frontal que se fue por línea de
fondo.
Una vez hecho lo más complicado, llegaba el momento de tirar
de oficio. Perder tiempo hasta que se consumiera el
reglamentario y el añadido. Pero al Ceuta de este año le
cuesta un mundo defender su ventaja y, nada más cumplirse el
noventa, Santi Moreno estableció el empate al recoger un
balón suelto a disparo de Zamorano. Pudiendo los ceutíes
perder el partido, si Rives hubiera aprovechando un balón
suelto tras una indecisión entre Lledó y su defensa. Los
nervios que, durante el presente campeonato, por ´hache´ o
por ´be´, se manifiestan cuando los caballas encajan el gol
del empate. La historia interminable.
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