Dos días después de que la secretaria nacional de Políticas
Territoriales y Formación para el Empleo de la Ejecutiva
Confederal de la Unión General de Trabajadores (UGT), Teresa
Muñoz, declarase en Ceuta –invitada al Congreso
Extraordinario de la Unión Regional del sindicato– que desde
que se desató la crisis económica “no estamos en la misma
línea de entendimiento con la Patronal”, los dirigentes de
los dos grandes sindicatos del país anunciaron la rotura de
las negociaciones con los empresarios. “Nosotros, como
sindicato tenemos que garantizar que no haya recortes
sociales”, señala la sindicalista en una entrevista
exclusiva, que advierte además que una posible congelación
salarial del funcionariado deberá ser una decisión negociada
con las centrales sindicales en la Mesa de la Administración
General del Estado.
Pregunta.- ¿Cómo está la negociación social desde que
comenzó la crisis?
Respuesta.- Hemos tenido un cuatrienio, 2004-2008, muy
importante de diálogo y acuerdos. Hubo diálogo social y se
sentaron las bases para hacer de la sociedad española una
sociedad mucha más cercana a lo que nos demanda la Unión
Europea. Lo que ha ocurrido es que esto se ha visto frenado
de golpe debido a la crisis mundial, que se ha reflejado con
mucha intensidad en España. Eso ha parado todas las
consecuciones de diálogo social. Hay muchos intereses muy
fuertes por parte de la Patronal que dificultan los
acuerdos. Hay un gran Acuerdo de Negociación Colectiva que
es el paraguas donde se rigen la mayoría de los convenios en
el país y que afectan a más del 80 por ciento de los
trabajadores y hay unos mínimos sindicales que no son
negociables.
P.- ¿Qué es irrenunciable para la UGT?
R.- Pueden darse situaciones en nuestro país, bien por
decisión del Gobierno o por presiones de la Patronal, en los
que los trabajadores disminuyan sus condiciones de trabajo,
de vida, de seguridad... Eso no lo vamos a pactar nunca.
Nosotros, como sindicato tenemos que garantizar que no haya
recortes sociales. Si hay algo que nuestro secretario
general ha dicho por activa y por pasiva es que en ningún
caso vamos a llegar a acuerdos que debiliten la situación de
los trabajadores, que creemos que es la parte más vulnerable
de la crisis. Queremos también que el Gobierno tenga muy
claro qué temas son de diálogo social y cuáles de consulta a
los actores sociales.
P.- A este respecto, ¿qué le parecen las declaraciones de
Celestino Corbacho, ministro de Trabajo, sobre una posible
congelación salarial a los funcionarios con más de 30.000
euros anuales de emolumentos?
R.- Ese tipo de declaraciones tienen que ser siempre la
consecuencia de un diálogo social. Tenemos una Mesa General
en la función pública que es donde se debaten todas las
retribuciones de los funcionarios y que es donde se deben
decidir las medidas que se tienen que tomar. No queremos que
de forma unilateral se tomen decisiones que son un
compromiso de todos. En ese ámbito, nos importa también
muchísimo que se siga desarrollando el Estatuto Básico del
Empleado Público. Hemos apostado fuertemente por la carrera
profesional de los funcionarios para tener un servicio de
calidad.
P.- ¿Cuándo tocará fondo la crisis económica?
R.- Yo soy optimista con respecto a que saldremos de la
crisis económica, pero lo que no sabe nadie es qué tiempo
nos va a llevar. Lo que sí es verdad es que una vez que
salgamos de la crisis vamos a tener otro modelo productivo.
No podemos seguir en el sistema en el que estamos, basado
casi por completo en la construcción. Eso, en nuestro país,
ya no es viable. Por ello, debemos valorar muy bien qué
sectores son emergentes para formar a los trabajadores.
Tenemos un reto muy importante. En Europa tenemos 80
millones de trabajadores que no tienen reconocida una
cualificación profesional. De esos 80 millones, 13 están en
España. Tenemos que hacer un esfuerzo importante para
cualificar una mano de obra mucho más especializada en
sectores que sean generadores de empleo.
P.- ¿Cuáles son esos sectores?
R.- A mí se me ocurre, por ejemplo, que la puesta en marcha
de la Ley de Dependencia generará un yacimiento importante
de empleo, así como la ampliación de la educación de 0 a 3
años. Luego están también las energías renovables, en la que
se basa el futuro. Ahí tenemos que formar a especialistas,
porque no los tenemos. Hay que formar a los trabajadores y
reciclar a otros de sectores que están en crisis. Tenemos
que tener muy claro que para aprovechar los recursos
públicos hay que enfocarlos en los sectores que sean o vayan
a ser generadores de empleo.
P.- ¿Tendrá alguna oposición Cándido Méndez para su
reelección en abril como secretario nacional de UGT?
R.- Todos preveemos que no. Estamos a tres semanas del 40º
Congreso Confederal y Cándido tiene unos apoyos
importantísimos. Ha hecho un trabajo muy bueno a nivel
interno y externo de la organización. Además ha sido el
presidente de la Confederación Europea de Sindicatos y, por
lo tanto, tiene una visión europeísta importante y que ha
trasladado al conjunto de la organización. Ha sido un
orgullo para nosotros que el secretario general de UGT fuese
también el presidente de la Confederación Europea. Creo que
hace una buena labor para la sociedad. Este 40º Congreso
tiene la importancia de llegar con calma para que dé frutos.
Hay que tener en cuenta que nos miran mucho, porque somos el
sindicato más antiguo de este país, reivindicativo, de
clase, socialista... y hay muchas miradas puestas en
nosotros.
P.- ¿Cómo ha encontrado a la Unión Regional de UGT Ceuta?
R.- Muy bien. Un reflejo de la buena salud del sindicato en
Ceuta son los resultados de las elecciones del Congreso
Extraordinario, en el sentido de que ha habido una
participación importante. La propuesta del secretario
general Antonio Gil ha sido votada a favor por el 98 por
ciento de los delegados. Internamente las cosas están
funcionando.
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