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OPINIÓN - DOMINGO, 8 DE MARZO DE 2009

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Lo que debes saber sobre el tabaco

Por María Muñoz Tinoco


El tabaquismo es uno de los problemas sanitarios más importantes hoy en día y se estima que existen 1,3 mil millones de fumadores en el mundo. A pesar de las campañas y las leyes antitabaco que se están poniendo en práctica en la actualidad los problemas asociados a la adicción a la nicotina siguen siendo muy importantes y numerosos.

Los beneficios para la salud que se derivan del abandono del tabaco son los que principalmente producen en el fumador el deseo de acabar con la adicción. Dejar de fumar reduce las enfermedades cardio-respiratorias, la probabilidad de padecer cáncer de pulmón, garganta, esófago o boca y úlceras gástricas, disminuye las arrugas en la piel, ayuda a estar más en forma, aumenta la salud bucodental, la energía, y un largo etcétera por todos conocidos.

Sin embargo a la hora de dejar esta droga deberíamos saber cuáles son sus efectos en nuestro cuerpo, como funciona el hábito y cuáles son los efectos secundarios de su abandono con el fin de estar preparados y poder abordar mejor el proceso.

La droga en el cuerpo


La nicotina es una sustancia muy adictiva. Está catalogada como una droga psicoestimulante aunque sus efectos son estimulantes y sedantes a la vez. Con la primera calada ya se pueden notar sus efectos: se produce una descarga de adrenalina desde las glándulas adrenales y una súbita liberación de glucosa. Esto produce una ligera estimulación que suele durar entre 25 y 30 minutos y que posteriormente va seguido de un cierto decaimiento que es lo que lleva a encender de nuevo otro cigarro. Por esto el tabaco es la droga que se consume con más asiduidad. La nicotina se absorbe fácilmente al torrente sanguíneo y llega al cerebro en pocos segundos. El estrés y la ansiedad influyen también en la tolerancia y la dependencia de esta sustancia, ya que este estado hace que nuestro cuerpo libere una hormona llamada cortisol que reduce los efectos de la nicotina, por lo que se necesita más cantidad de la misma. Este consumo mayor, a su vez, hace que cada vez seamos más tolerantes por lo que se entra en un círculo vicioso. Es el estrés también facilita que muchas veces haya recaídas en el proceso de desintoxicación.

Pero la nicotina a pesar de ser la sustancia que causa la adicción no es la única que se encuentra en el tabaco y que daña nuestro organismo. Un cigarro contiene cuatro mil seiscientas sustancias nocivas para la salud. Entre ellas monóxido de carbono (gas que se desprende por combustión de hidrocarburos), polonio 210(sustancia altamente cancerígena), acetona(removedor de pintura), arsénico(veneno para ratas), amonio(usado para limpiar suelos), cadmio(utilizado en la creación de baterías de coches) y alquitrán.

Efectos secundarios de la retirada de nicotina


El proceso de habituación del cuerpo al nuevo estado que conlleva el abandonar el tabaco acarrea una serie de síntomas que la mayoría de las personas desarrollan en mayor o menor intensidad. El conocerlos es importante para no alarmarnos y para saber que son una parte normal de la desintoxicación y que son transitorios. Los efectos más comunes son los siguientes:

-Ansiedad e irritabilidad: Es la sensación más común descrita por la mayoría de ex fumadores. El deseo de coger un cigarro y la falta del efecto estimulante del mismo puede llevarnos a este estado alterado e irritable.

-Falta de concentración: Es un síntoma muy normal y desaparecerá a las pocas semanas de abandonar el tabaco e incluso con el tiempo la capacidad de concentración aumentará y su mente estará más despejada y activa que cuando fumaba.

-Cansancio: Al principio muchas personas describen sentirse muy cansados y necesitar dormir y descansar más de lo habitual, de nuevo esto se debe a la falta del estimulante de la nicotina, aunque remitirá en unos días sobre todo si se empieza a hacer ejercicio o a llevar una dieta nutritiva.

-Tos, mocos, afonía: Forman parte del proceso de limpieza que el cuerpo lleva a cabo para eliminar el daño que el tabaco ha producido en los pulmones y el esófago. Toser más de lo habitual en las primeras tres o cuatro semanas y tener molestias en la garganta es normal y ayudan al organismo a sanarse, es recomendable beber mucha agua para llevar mejor el proceso. Cuando el cuerpo este limpio desaparecerán.

-Dolores de cabeza y mareos: Al dejar de fumar la cantidad de oxígeno que llega al cerebro es mayor y al no estar acostumbrado el cuerpo a esto hace que al principio se produzcan pequeños mareos.

-Insomnio: Como consecuencia de la ansiedad y debido al síndrome de abstinencia de la nicotina es normal que se produzcan trastornos del sueño. Es común que se duerma menos durante las dos primeras semanas.

-Aumento de peso: la nicotina es anorexígena, esto es, que disminuye el apetito, también el tabaco produce una mayor velocidad del metabolismo celular, más consumo de energía y se almacenan menos grasas, por lo que es normal que al dejar de fumar se suba un poco de peso, pero casi nunca más de 3 o 4 kilos. Además no todas las personas aumentan de peso.

-Necesidad de dulces: La nicotina mantiene los niveles de azúcar en la sangre altos, por lo que al dejar de fumar podemos sentir predilección por los dulces. Además los niveles más bajos de azúcar ( hipoglucemia) provocan una sensación mayor de hambre y también de irritabilidad.

Tratamiento de la adicción


Aunque algunas personas dejan de fumar por sí mismas existen muchas otras que necesitan ayuda para conseguirlo. Se ha demostrado que los tratamientos más eficaces son los que combinan el tratamiento farmacológico con terapias conductuales e incluso a son estas últimas las que más éxito a largo plazo consiguen en la eliminación del tabaquismo.

Los primeros tratamientos farmacológicos fueron las terapias de reemplazo de nicotina como el chicle o el parche transdérmico de nicotina. Sin embargo uno de los fármacos más utilizados hoy en día para combatir el síndrome de abstinencia de la nicotina es el bupropión que es un antidepresivo con efectos psicoestimulantes y ha sido la primera medicación no nicotínica efectiva para dejar de fumar. Esta sustancia actúa sobre los centros nerviosos en los que actúa la nicotina y produce efectos similares pero no crea adicción.

Sin embargo hoy en día se les está dando más importancia a los tratamientos conductuales ya que la dependencia del tabaco no es solo física.

Surge así un factor determinante que es el “craving”. Este es un efecto psicológico que está definido como los deseos y los impulsos, muchas veces incontrolables, que aparecen en las personas dependientes. Estos impulsos tienden a ser automáticos y pueden ser autónomos porque se producen aunque el individuo trate de controlarlos. Las terapias encaminadas a aprender a manejar estos impulsos, a reconocer situaciones potenciales para las recaídas, a manejar el estrés y técnicas para enfrentar los problemas están dando resultados muy satisfactorios, sobre todo a largo plazo.

Aun así el proceso de desintoxicación es largo y hay que estar alerta ya que la mayoría de las recaídas se producen dentro de los tres primeros meses.
 

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