Juan Jesús Vivas, presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta,
ha aceptado la petición de Comisiones Obreras (CCOO) para
citarse y tratar los pros y contras del nuevo centro
penitenciario, reunión que se producirá el martes y a la que
el Gobierno local ha invitado también al secretario general
de la Unión General de Trabajadores (UGT), Antonio Gil,
quien mantiene una postura favorable al proyecto y contraria
a la manifestada por el dirigente del otro sindicato de
clase, Juan Luis Aróstegui.
Juan Vivas escuchará el martes las opiniones de Antonio Gil
y Juan Luis Aróstegui en torno al proyecto de un nuevo
centro penitenciario que albergará seguramente a un millar
de presos en sus más de 600 celdas y que ya ha iniciado la
expropiación de los terrenos para su construcción entre los
cerros de la Mora y Mendizabal.
En la reunión, el presidente de la Ciudad Autónoma podrá
tener una exposición de los pros, en boca del secretario
general de UGT Ceuta, y los contras, por parte del máximo
responsable de CCOO.
Así, Gil mostrará su apoyo total a la construcción del
centro en los términos que contempla el proyecto y pondrá de
relieve que generará un alto número de puestos de trabajo y
demanda de gran cantidad de servicios, que lo convertirán en
“una importante empresa en la ciudad”.
Así, el secretario general de UGT recordó ayer para este
periódico que la entrada en funcionamiento de la prisión
“conllevará la incorporación de unos 450 funcionarios y
laborales de Instituciones Penitenciarias y alrededor de 70
efectivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado, que
generarán en la zona un considerable aumento de seguridad,
tanto estática en el entorno del complejo como dinámica por
el constante trasiego de vehículos”.
Gil opina que el funcionamiento del centro penitenciario
responderá “prácticamente al de una pequeña ciudad,
necesitando los mismos servicios y realizándose su
abastecimiento desde el exterior, por lo que dependerá de la
zona para la adquisición de alimentos, fármacos, vestuario,
artículos de limpieza o material didáctico”.
Además, explicó el secretario general ugetista, para las
funciones de limpieza y el mantenimiento de la prisión
tendrá que haber una nómina de personal laboral que se
seleccionará entre los residentes ceutíes.
Gil indicó también que durante la fase de construcción, que
durará aproximadamente dos años, “se empleará a cerca de 800
personas” y que “en este tipo de proyectos del Estado se
tiende a contratar prioritariamente a trabajadores de la
zona, lo que supondrá la inmediata creación de nuevos
puestos de trabajo”.
Asimismo, Gil indicó que durante esa fase se verán
beneficiadas otras empresas de trabajos relacionados con la
construcción, como subcontratas, almacenes de materiales o
talleres, así como de servicios.
Por su parte, Aróstegui trasladará a Vivas su preocupación
sobre la nueva prisión y el “secretismo” con el que se está
llevando este asunto por parte de la Delegación del Gobierno
en Ceuta.
Para CCOO, la nueva prisión cambiaría el modelo
penitenciario de Ceuta, en cuanto que superará con mucho la
ratio de presos por habitante de los municipios de la
península. Además, el sindicato sostiene que el tamaño del
nuevo centro penitenciario es tres veces la Fortaleza del
Hacho y que tendrá un impacto ambiental.
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