Cinco personas han sido detenidas entre Melilla y Madrid en
una operación denominada 'Mudela' contra el tráfico de
droga, llevada a cabo por la Jefatura Superior de Policía (Udyco),
la Guardia Civil (Unidad Orgánica de Policía Judicial) y el
Servicio de Vigilancia Aduanera, en la que se ha intervenido
dos kilogramos de cocaína de gran pureza.
Las fuerzas de seguridad detectaron el pasado mes de
noviembre a un grupo organizado que se podía dedicar al
traslado de cocaína desde la Península a Melilla.
Según informó ayer la Delegación del Gobierno, los indicios
dieron lugar a la denominada "Operación Mudela", llevada a
cabo desde Melilla bajo la supervisión y dirección del
Juzgado de Instrucción número 2 de la Ciudad Autónoma.
Fijados los objetivos, apuntó la citada fuente, se determinó
la identidad de los integrantes del grupo, todos ellos
naturales o vecinos de Melilla, de nacionalidad marroquí y
española, “si bien con libertad de movimientos al contar con
tarjetas de residencia comunitaria”.
Según explicó el portavoz gubernamental, varios de los
integrantes de la organización se desplazaban a Madrid,
donde adquirían droga, en concreto, cocaína de gran pureza
que, posteriormente, transportaban a Melilla, donde
procedían a su corte y venta a otros grupos de distribución
con el fin de conseguir mayores beneficios.
La fase de explotación se llevó a cabo la semana pasada al
unísono en Madrid y en Melilla: En la capital de España se
procedió a la detención de dos miembros de la organización
cuando portaban un kilogramo de cocaína, 31. 250 euros y
cinco teléfonos móviles.
Estos dos detenidos, de nacionalidad marroquí y residentes
en Melilla, atienden a las iniciales K.O. y M.A., de 40 y 34
años respectivamente.
Con posterioridad, tras el registro efectuado en la
habitación de un conocido hotel, las fuerzas de seguridad
localizaron otro kilogramo de "cocaína en roca", que se
encontraba oculto en el falso techo del cuarto de baño de
este establecimiento. A la misma vez, en Melilla se
realizaba la detención de los otros tres miembros de la
organización, practicándose varios registros domiciliaros.
En uno de ellos hallaron material de precisión y productos
químicos para la adulteración de la droga, tales como
balanzas electrónicas, báscula manual, una botella de
amoniaco, dos de acetona, filtros de café y mascarillas;
elementos todos ellos para el corte y manipulación de la
droga, que al ser de gran pureza podía multiplicar su peso
en tres o cuatro veces, incrementando considerablemente sus
beneficios. Con posterioridad, la organización distribuía la
droga a otras personas que eran las que las vendían al por
menor en nuestra ciudad.
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