Juan Antonio Cabrera se marchó al Real Valladolid dispuesto
a crecer como persona y futbolista. Tras su exitoso paso por
el Gimnasio Goyu-Ryu, no se lo pensó dos veces cuando su
representante le comunicó la posibilidad de enrolarse en el
filial vallisoletano. Con 19 años Cabrera era consciente de
que daba un salto muy grande, pero ilusión y ganas no le
faltaban para afrontar el reto. Comenzó la pretemporada
dispuesto a convencer a Paco de la Fuente, pero en la Liga
el que había sido técnico la campaña anterior del División
de Honor no le dio bola.
Así las cosas, el jugador caballa se pasó prácticamente seis
meses en el ostracismo sin disfrutar de minutos para
demostrar su valía. El relevo en el banquillo (Onésimo
sustituyó a Paco de la Fuente en la jornada 23ª) ha
propiciado el debut de Juan Antonio Cabrera en el Valladolid
‘B’. Se ‘estrenó’ como titular ante el Lemona, el equipo en
el que milita el ex de la AD Ceuta Mikel Amézaga, jugando
setenta y ocho minutos y lo más importante su equipo ganó
por 2-1. El pasado domingo repitió titularidad (jugó los
noventa minutos) y el conjunto blanquivioleta arañó un punto
del campo del Sestao al empatar a un gol.
El ceutí aseguró ayer que “desde el primer día entrené duro,
pero no me llegaba mi oportunidad. Con el cambio de
entrenador he empezado a jugar y espero que Onésimo siga
confiando en mí”.
Sobre su posición en el campo, apunta que “estoy jugando
donde más me gusta, de pivote por delante de la defensa”. La
diferencia entre División de Honor y Segunda ‘B’ es muy
grande. “El ritmo es mucho más alto y al principio cuesta
adaptarse a la categoría, pero si entrenas fuerte y de
cabeza estás bien, aunque no juegues los domingos, notas la
progresión y poco a poco te encuentras más a gusto en el
campo”.
A pesar de que pasaban los meses y no jugaba con el filial
del Real Valladolid, Juan Antonio Cabrera no se arrepiente
de la experiencia que está viviendo. “Venirme aquí fue un
acierto y nunca me he arrepentido; siempre he entrenado
pensando que podía jugar y aunque mi oportunidad ha llegado
un poco tarde, espero aprovecharla y disputar los partidos
que faltan hasta que termine la temporada”.
No tira la toalla
El objetivo principal de un equipo filial es formar
jugadores para el primer equipo, por lo que la clasificación
puede quedar en un segundo plano. Cuando restan once
jornadas el Valladolid ‘B’ es colista del grupo 1º y tiene
muy complicado evitar el descenso. “Los últimos cuatro
puntos nos han dado confianza y si somos capaces de ganar el
domingo a la Real Sociedad nos pondríamos a siete puntos de
este equipo”. El filial de la Real es el conjunto que
jugaría en estos momentos la promoción por la permanencia.
El Valladolid ‘B’ ha mejorado con el cambio de entrenador,
aunque Juan Antonio Cabrera explica que “los jugadores son
los mismos; el único que ha entrado nuevo soy yo; quizás la
mentalidad es otra y parece que la llegada de Onésimo ha
sido un revulsivo”, añade.
El filial pucelano está pagando la bisoñez de muchos de sus
jugadores. “En la plantilla diez futbolistas tienen mi edad,
hay tres juveniles y el resto no supera los 21 años. Esto lo
acusamos sobre todo en el primer tramo de la competición”.
Del trato del club no tiene quejas. “Se están portando muy
bien conmigo”.
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