No tiene, posiblemente, la
clientela que debiera tener este sindicato, y si con el
tiempo que llevamos pudiendo elegir, aquellos que tienen
apetencias de pertenecer a alguno de los sindicatos
existentes no se han acercado como clientes para engrosar un
poco más los que realmente tiene, que son pocos, será porque
su andadura es tan endeble que no aporta expectativas de
mucho calado.
Debo decir que allá por el año 1987 alguien me convenció
para que fuera en esa candidatura sindical, no por mis
sentimientos sindicalistas, sino más bien porque podía
atraer votos, como así fue, y en Palencia estuve en esa
candidatura con el número 2. No iba, pues, de relleno, pero
visto lo visto, a los dos meses o antes, prefería que
entrara el siguiente, porque ni lo de dentro de la entidad,
ni lo de alrededor, otros sindicatos, me parecía serio y,
mucho menos, convincente para mi forma de ser.
Desde entonces he preferido, nunca mejor dicho, “ver los
toros desde la barrera” y ahí en pocas ocasiones he
constatado una faena de buen matador a nadie de CSI.F, la
última relación que tuve con ellos, presencié, de cerca,
“una faena de aliño” en la que se me había metido, sin yo
saberlo en su candidatura. Curiosamente mi amigo, José María
Rodríguez Portillo (DEP) que sabía que yo no comulgaba con
la cuestión sindical, nada más ver mi nombre y apellidos en
dicha candidatura vino a verme al instituto para
“felicitarme” por el paso que acababa de dar. Naturalmente,
a las dos horas, mi nombre desapareció, a petición mía,
porque yo ni iba, ni iré, motu propio por ahí.
Con todo, no me cae mal este sindicato, aunque lamento que
ese tipo de actuaciones prive de la seriedad que podría
tener un sindicato de este tipo.
Y ahora me da la impresión de que se acaban de meter en un
charco, no sé si únicamente para chapotear o en más
profundidades, cuando denuncian que la dirección de la
Policía Local “castiga” a los agentes que menos recaudan.
Es cierto que llevamos varios años en los que parece que
pertenecer a algunos cuerpos de orden implica, además, ser
una especie de sucedáneo de los recaudadores de impuestos,
pero de ahí a que a un policía local se le exija que
aparezca con la caja fuerte llena de caudales, va un abismo.
Con todo, el sindicato CSI:F afirma que “para los
responsables del Cuerpo, el rendimiento es mejor cuanto más
sancionan a los ciudadanos”.
Aquí no voy a estar de acuerdo ni con CSI.F ni con quien sea
tan osado para afirmar esto, por cuanto las sanciones, bien
venidas sean, si con ellas se detiene la forma de actuar de
cuantos piensan que la calle es suya. Bien venidas sean esas
sanciones que conllevan un mejor orden y una mejor seguridad
en cualquier parcela en la que nos movemos.
Y lo que es una auténtica demagogia es afirmar que: “se
castiga a los policías con traslados extraños a unidades
inventadas”. Esas unidades, es de suponer que, tienen que
estar protegidas por alguien , y no precisamente por alguien
de fuera. Este es un resbalón intolerable de un sindicato
que quiere ser serio, como resbalón es decir que:”CSI.F no
permitirá que los policías que no entren en el juego sean
castigados”. Ni policías, ni acomodadores suelen entrar en
ningún juego, tienen una función y la cumplen, sin más, y
con o sin CSI.F.
|