La Dirección General de Costas decidió hace varios meses no
renovar la concesión administrativa al propietario de una
parcela que durante medio siglo ha dado un servicio de
hostelería a los ceutíes y que en los últimos años se
convirtió en una sala de fiestas para celebración, sobre
todo, de bodas.
Fernando García, hijo del propietario de ‘Casa Fernando’,
observa ahora cómo la puesta en valor del paseo le borra su
mayor recuerdo.
Comentan los que le vieron paseando la noche del martes
junto al antiguo restaurante ‘Casa Fernando’ que iba
taciturno y medio lloroso. Junto a su mujer, Fernando, hijo
del propietario de este emblemático local, veía ante sí cómo
unas grúas y máquinas sin corazón derruían lo que durante
medio siglo había sido un salón más dentro su vida. Fernando
es propietario de un estanco situado en frente del edificio
que construyó su padre. Ayer por la mañana le costaba mirar
cómo el viento del presente cercenaba sus recuerdos.
Prefería no hablar ni ser protagonista de una historia que
le ha quebrado la cabeza en muchos momentos. Precisamente,
su estanco fue el principio de una historia que se evapora
de Ceuta, un trayecto que llega a su fin irremediablemente
después de varios años de vejez.
Su expendeduría de tabacos fue el lugar en el que su padre
instaló el primer restaurante. Corría la década de los 30.
Veinte años más tarde, aproximadamente en 1954, su padre
consiguió una concesión administrativa y montó uno de los
restaurantes en los que mejores arroces se preparaban,
además de un excelente mero al rigamonti y una sabrosa
tortilla al sacromonte. Fernando recuerda, además, que los
miembros del colegio de abogados fueron los encargados de
inaugurar el local con una multitudinaria comida. También
recuerda que personajes de la historia reciente bebieron de
su cocina: la mujer de Franco, Carmen Polo; la duquesa de
Medina Sidonia; y el papa Clemente. Además, los presidentes
de las casas regionales instaladas en Ceuta solían celebrar
allí sus fiestas anuales.
Resultaba difícil aparcar el coche un domingo y resultaba
difícil hasta reservar una mesa. La playa Benítez, en su
esplendor, y una barriada repleta de chalés de gente de
clase alta de la ciudad, daban a ‘Casa Fernando’ una
categoría que permanecerá para siempre.
Ayer, lejos de toda esa fabulación, la realidad terciaba con
la historia. Varios inmigrantes se afanaban en recoger
restos y escombros que pudieran convertirse en moneda de
cambio. Otros recogían maderas para darle otra utilidad e
incluso rompían los marcos de las ventanas para asir unos
alféizares de poco valor. Durante su última etapa, ‘Casa
Fernando’ fue la discoteca ‘Stone Beach’, un lugar donde se
realizaron multitud de bodas para desgracia de unos vecinos
que durante los últimos años han lamentado los ruidos de la
madrugada de los fines de semana de las primaveras y los
veranos.
Fernando había alquilado el local a un propietario para que
lo explotara después de que él ya no viera rentabilidad en
la hostelería. Entre medio de estos dos negocios, después de
la muerte de su padre, Fernando convirtió aquella parcela de
400 metros cuadrados en una cafetería discoteca.
Hace varios meses, la Dirección General de Costas, por medio
del delegado de Fomento en Ceuta, Jesús Padillo, dictaminó
que no se concederían más concesiones administrativas a esta
parcela. Este terreno debería volver a ser de dominio
público con el claro fin de poner en valor el paseo marítimo
de Benítez. “Cuando me renovaron la última concesión me
aseguraron que volverían a darme una prórroga”, aseguró ayer
Fernando García, actual propietario, gracias a la herencia
de su padre. Pero Padillo se ha visto en la obligación de
expropiar los terrenos para darle continuación a un paseo
que durante años han reclamado los miembros de la asociación
de vecinos de la barriada.
Éstos mostraban su alegría, aun reconociendo la pérdida
sentimental que para su conocido Fernando suponía. Y estaban
contentos por dos motivos. El primero, porque daban
carpetazo a un libro que se ha escrito a base de capítulos
de ruido y que era como el cuento de la buena pipa, el nunca
acabar. Otro motivo, que van a recuperar un paseo marítimo
que les va a dar calidad de vida. Juan Moreno, presidente de
la asociación, espera que este espacio se destine a varias
causas, entre ellas a la recuperación de aparcamientos, la
segunda, potenciar el espacio de ocio, y la tercera, dar
zonas de juego para los críos.
Por su parte, Padillo comentó que era fundamental recuperar
este terreno y aunque no quiso asegurar que ‘Los pulpos’,
tarde o temprano correrá la misma suerte que ‘Casa
Fernando’, es evidente que también será demolido. “El
delegado del Gobierno dijo que era fundamental recuperar
esta zona para beneficio de Ceuta y para atender a las
peticiones vecinales”, dijo. A continuación, el responsable
de Fomento valoró la importancia de contrarrestar las
edificiaciones que bordean el litoral: “Es necesario
recuperar el perfil de playa en todo el entorno de la
ciudad”. Sin embargo, aún no se ha elaborado ningún
proyecto, pero sí es seguro que la zona se convertirá en un
paseo marítimo revitalizado y que pretende ser un reclamo
tanto para el turista como para el propio ceutí. “Hay que
poner en valor los potenciales de la ciudad, y esos valores
pasan por el mar”, explicó Padillo.
Los trabajo de demolición de ‘Casa Fernando’ deberían haber
terminado ayer, según explicaron trabajadores de la obra.
Fernando espera que se acabe ya, para que termine su fatiga
y la agonía de una vida que ya duerme en la memoria.
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Costas quiere demoler ‘Los pulpos’ antes de final de año
Según ha podido saber este medio,
el edificio situado junto a la antigua ‘Casa Fernando’ va a
ser demolido antes de que acabe el año. ‘Los pulpos’,
denominación que ha recibido en las dos últimas décadas de
vida no agotará su concesión administrativa, con fecha en
2013. La idea de Costas es acelerar cuanto antes los
trámites para revitalizar el paseo marítimo. La dueña del
establecimiento, Eugenia, explicó a este periódico que la
asociación de Alzheimer “lleva tiempo queriendo entrar en
este local”, ya que actualmente se encuentra cerrado. Sin
embargo “Costas no nos ha permitido la cesión” y es que
sería un engaño permitir la entrada de una asociación cuando
el tiempo de vida de la edificación es muy limitada. Padillo,
responsable de Fomento, no quiso asegurar nada, ya que
prefiere ser cauto con un tema muy delicado para la
Administración.
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