La reestructuración de la Segunda División ´B´ no está
ligada a la creación de la Liga de Filiales. Los clubes más
poderosos pretenden reducir el número de participantes y
facilitar el ascenso a la Segunda ´A´, de forma que no se
convierta en un pozo insalvable para muchos de los clubes
históricos que caen en esta categoría y no consiguen salir
de ella.
Por ello, a poco más de tres meses para que termine la
temporada, no está nada claro que la nueva competición de
futuras promesas vaya a comenzar en septiembre porque muchos
clubes no están dispuestos a eliminar a su filial de
categoría nacional. Su intención sería la de crear otro
equipo para disputar la Liga de Filiales. Pese a esto, el
debate sobre la necesidad de reformar la Segunda B está
abierto y las Federaciones Territoriales mantienen reuniones
para aglutinar propuestas y presentarlas en la próxima
asamblea de la RFEF.
En ese sentido, los clubes andaluces volvieron a reunirse
ayer para acercar posturas. La Balona y el Granada 74
lideraron un proyecto para que esta temporada no descienda
ningún equipo, aunque tiene pocos visos de prosperar porque
la reforma no llegaría hasta la temporada 2010/2011. Un
grupo de trabajo que muestra su radical oposición al
planteamiento formulado desde el fútbol catalán, de que el
futuro de la Segunda División ´B´ pasa por reducirla a
únicamente tres grupos.
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