Fin de semana disfrutado en Roses
(Ampuriabrava) con un tiempo que no invitaba, precisamente,
a salir y a pesar de todo lo disfruté lo mejor que pude.
Allá, en Roses (Ampuriabrava), conocí un restaurante
bastante bueno –no es “El Bulli” de Ferrá Adriá, ni podría
permitirme el lujo de comer ahí, habría salido tan
desplumado como si hubiera entrado en un casino de Las
Vegas- y que nos trataron muy bien. Se nota que estamos en
tiempos de crisis y los retauradores se desviven con los
clientes, escasos clientes que se acercan por su imperio.
Bueno, con la panza llena, sin acercarse a la de Sancho
Panza, me dispongo a pasear cuando me encuentro con un viejo
amigo, ex miembro de un partido político en Euzkadi. Nos
liamos a platicar sobre las justicias impartidas en todos
los tiempos y las injusticias repartidas en determinado
tiempo y espacio.
Desde que el 19 de abril de 1937 el General Franco decretó
la supresión de todos los partidos políticos bajo su zona de
dominio, fundando uno nuevo, en el que se integraban
obligatoriamente todas las organizaciones disueltas, bajo el
mando único del “Caudillo”, -así se constituye una Dictadura
del “manda güevos” y como la Falange Española se opuso a
esta medida su jefe, Manuel Hedilla, es encarcelado,
vilipendiado y tratado como ahora tratamos a los
terroristas-, hasta la reentrada de la democracia en nuestro
país ha llovido bastante hasta que en 1978 salió una Ley
Orgánica con el número 54/1978 de partidos políticos,
derogada más tarde por la Ley Orgánica 6/2002) no
esperábamos un acercamiento visceral a los métodos de
entonces.
La antigua Ley fue firmada en consenso por todos los
partidos políticos que abrieron la Constitución -no la de
Franco que este no suspendía… mataba- y suspendía a
cualquier partido político cuando incurrieran en supuestos
tipificados como asociación ilícita en el Código Penal y
cuando sus actividades fueran contrarias a los principios
democráticos…, la nueva Ley está firmada por Mariano Rajoy
Brey, como Presidente en funciones, tiene otros agregados,
además de los dos tipificados en la antigua Ley más
ensanchados semánticamente, otro artículo que viene a
redondear los dos anteriores sin especificar claramente qué
tipo de infracción es considerada legal.
Todo lo deja en manos de los jueces y condena cuando vulnere
de forma continuada, reiterada y grave la exigencia de una
estructura interna y un funcionamiento democrático (los
partidos “anulados” de Euzkadi no han incurrido en este
delito); también condenan cuando de forma reiterada y grave
su actividad vulnere los principios democráticos o persiga
deteriorar o destruir el régimen de libertades o
imposibilitar o eliminar el sistema democrático, mediante
las conductas a que se refiere el artículo 9 de la Ley de
Partidos políticos (los partidos “anulados” de Euzkadi no
han incurrido en ninguno de los delitos… a menos que el
silencio se entienda como un delito)… no sigo, doctores
tiene la Ley.
Si nos atenemos al estricto cumplimiento de la Ley de
partidos políticos… el PP ha cometido infinidad de delitos
en referencia a los artículos 7 y 8. Sin embargo nunca será
penado ¿verdad?
Lo que sería justo es suspender en toda participación
política A LA PERSONA causante del quebrantamiento legal o
con orden judicial que lo respalde, NO AL PARTIDO en sí.
Además, para privar a una persona de sus derechos
democráticos, han de pesar sobre ésta condenas firmes y no
simples deseos de los demás partidos políticos porque no les
secundan en sus declaraciones –todo lo contrario que
promulga la constitución eso de obligar a declarar a las
personas lo que no quieren declarar- y ello se transforma en
un ardid político para quitar de la escena potenciales
obstáculos para conseguir el Poder con menos participación
de partidos.
Llegamos a este punto de nuestra plática y ya me encuentro
cansado. Si estamos en un país donde multan, gordas multas y
con secuestro con grúa, a quienes aparquen en sitios que
nunca molestan ni son obstáculo para nadie y que son
marcados precisamente para recaudar fondos; cómo podemos
creer que la justicia que se ofrece aquí, en éste país, sea
justa si sólo favorece a los ricos.
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