Sin hacer ruido, el equipo
dirigente de la Facultad de Educación y Humanidades de la
Universidad de Granada en Ceuta viene haciendo un magnífico
trabajo que, es de suponer, hoy tendrán la ocasión de
conocer y corresponder de primera mano la vicerrectora de
Infraestructuras de la institución, Begoña Moreno. Hoy nos
enteramos de que entre sus proyectos inmediatos, a menos de
un mes de plazo, Galindo y parte de su equipo directivo
tienen previsto viajar a dos ciudades portuguesas, Coimbra y
Aveiro, para ampliar las becas de movilidad de Erasmus de
que actualmente dispone la facultad. En pocos sitios serán
más necesarias ayudas de este tipo que en Ceuta. El programa
ERASMUS (acrónimo del nombre oficial en idioma inglés:
European Region Action Scheme for the Mobility of University
Students, Plan de Acción de la Comunidad Europea para la
Movilidad de Estudiantes Universitarios) es un plan de
gestión de diversas administraciones públicas por el que se
apoya y facilita la movilidad académica de los estudiantes y
profesores universitarios dentro de los Estados miembros de
la Unión Europea, Islandia, Liechtenstein y Noruega. El
programa fomenta no solamente el aprendizaje y entendimiento
de la cultura y costumbres del país anfitrión, sino también
el sentido de comunidad entre estudiantes de diversos
países. La experiencia de Erasmus se considera una época de
aprendizaje y de fomento de la vida social. La importancia
que tiene este programa ha desbordado el mundo académico
europeo, siendo reconocido como un elemento importante para
fomentar la cohesión y conocimiento de la Unión Europea
entre la población joven. Con un déficit notable a nivel
formativo, las instituciones educativas y políticas deben
mover todos los hilos a su alcance para no desaprovechar ni
un solo incentivo con el que animar a los jóvenes ceutíes a
desperezarse, formarse, conocer otras experiencias y rendir
como un buen capital humano a su ciudad, que tiene en sus
(muchos) jóvenes uno de sus principales potenciales.
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