Una vez más el fútbol ceutí se vio empañado ayer por un
lamentable incidente después de que el colegiado ceutí Ángel
Celadero recibiese una agresión en el transcurso del
encuentro San Agustín-Hilal juvenil. En el minuto 58 de
partido, Celadero expulsó a un jugador del San Agustín,
J.G.M, al mostrarle la segunda tarjeta amarilla. En ese
momento, y aprovechando un pequeño barullo que se había
formado alrededor del colegiado, el jugador local soltó un
manotazo, según afirma el propio árbitro, que le golpeó en
el lado derecho de su cara.
En ese momento Celadero decidió suspender el encuentro y
retirarse, junto a sus jueces de línea, a los vestuarios.
Allí, y tras hablar con el presidente del Comité de Árbitros
de Ceuta, Antonio Soto, el colegiado se dirigió hacia el
hospital del Ingesa para realizar el parte médico de la
agresión. Una vez realizado este, Celadero se dirigió junto
a Soto hacia la Comisaría de Policía, donde denunció lo
sucedido ante las autoridades. “No es nada personal -asegura
el colegiado- pero lo único que hice fue llevar a cabo el
protocolo que tenemos que seguir en casos como este de
agresión”.
Esta es la segunda agresión que sufre Ángel Celadero en sus
años como árbitro de fútbol. La primera fue, hace siete
años, en un partido de Regional. Y la segunda la recibida
ayer. “Aunque tampoco tienes porqué esperártelo, siempre
piensas que este tipo de cosas te pueden suceder en partidos
de mayor categoría, como la Regional, o que sean más
trascendentales. Sin embargo, nunca te imaginas que te
puedan agredir en un partido entre juveniles, porque no
tienen que ser categorías conflictivas, porque son muy
jóvenes”, admite Celadero.
A pesar de este incidente, el colegiado asegura que “hay que
seguir trabajando”, aunque es reconoce que “es una pena que
los árbitros de Ceuta sigamos reciendo tantas agresiones,
porque nosotros también intentamos ensañar y educar a los
futbolistas, y solemos emplicarles el por qué de nuestras
decisiones durante un partido”.
En esta ocasión, y a pesar de ello, la jugada terminó con
una agresión y ahora será la justicia ordinaria, por un
lado, y el Juez Único de Competición, por otro, los que
dicten sentencia tras el incidente.
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