LUNES. 23
Cuando trato de localizar a Diego Sastre en el
edificio donde tiene su oficina de trabajo, para darle el
pésame por el fallecimiento de su madre, días atrás, me
tropiezo con Nicolás Fernández Cucurull. Y en vista
de que hacía mucho tiempo que no pegábamos la hebra, no
dudamos en aprovechar ocasión tan pintiparada. Comencé
diciéndole al senador que la última vez que supe de él fue
por medio de un artículo suyo enviado a este periódico y en
el cual se lamentaba amargamente del maltrato que había
recibido su familia. Y donde dejaba meridianamente claro que
estaba muy irritado por lo que se había publicado de los
suyos en un escrito. Incluso pedía una rectificación por
ello. Tras pensar unos segundos, Nicolás coge carrerilla y
me dice que quien mencionó a su familia le ha pedido
disculpas por medio del teléfono. Así que de la
rectificación se han enterado dos personas. Y dándome esas
explicaciones estaba cuando se paró con nosotros Guillermo
Martínez: consejero de Economía y Empleo. Y no tuvimos el
menor inconveniente en cambiar de tercio.
MARTES. 24
La noticia gráfica del día viene en la portada de este
periódico: Abdeselam Ahmed está junto a su mujer a la
salida del penal de Ouazzane, en Marruecos. Fundidos ambos
en un abrazo interminable como prueba de la alegría que les
inunda tras haber vivido cuatro semanas sumidos en un
embrollo kafkiano. A Abdeselam ya le dediqué una columna en
su día porque estaba convencido, por conocerle desde hace
muchos años, de que era inocente de los cargos que se le
achacaban para tenerle encarcelado. Démosle, pues, albricias
a un profesional del taxi que ha sufrido lo indecible
durante casi un mes. Pero es necesario destacar, en momentos
así, la ayuda que ha recibido por parte de sus compañeros y
de los medios. Y, cómo no, hay que destacar las gestiones
realizadas José Fernández Chacón, delegado del
Gobierno Que ha dado muestras evidentes de hacer todo lo que
él podía en favor de la causa de Abdeselam Ahmed (Ah, se me
olvidaba. Estimado delegado del Gobierno: cuando hablo de la
ayuda prestada por los medios a Abdeselam Hamed, me refiero
a todos los medios y no concretamente a uno en particular.
Espero que mi aclaración surta el efecto correspondiente).
MIÉRCOLES. 25
Coincido con Pedro Gordillo en el salón de estar del hotel
Tryp. Y no tenemos el menor inconveniente en charlar de todo
un poco. Cambiamos impresiones sobre ciertos asuntos de la
ciudad. Y hasta nos sobra tiempo para hablar del partido de
esta noche: Madrid-Liverpool. Todo un acontecimiento. Le
digo a Gordillo que lo encuentro muy mejorado. Y me dice que
todo se debe a que está cumpliendo a rajatabla lo que le
recomendaron los médicos en su momento. Es cuando a mí se me
ocurre recordarle que amén de los fármacos hay también que
echarle más tranquilidad a la vida. Tomarse las cosas con
cierta calma. De modo que nadie pueda entrever la
posibilidad de sofocarle el ánimo con ataques despiadados.
Nos reímos. Y cuando iba a dorarle la píldora un rato, miro
hacia los lados y me encuentro con que a la reunión han ido
sumándose personas dispuestas a compartir nuestra cháchara.
Y me quedo a la luna de Valencia.
JUEVES. 26
Susana Hevia es una periodista asturiana con la que
me gusta hablar de fútbol y de lo que se encarte. Tiene don
de gentes y es divertida. Anda bien de correa y, por tanto,
está preparada para soportar todas las bromas posibles
cuando su equipo, el Sporting de Gijón, recibe la goleada de
turno. Pero está también sobrada de ironía. Lo cual le
permite manejar la burla fina y, claro, a todos nos encanta
verla entrevistando a los políticos. De manera que éstos han
de ser muy espabilados para estar a la altura de las
circunstancias. Susana estuvo en el Siete Colinas y logró
ponerle el micrófono de ‘El pueblo Televisión’ por delante a
Juan Vivas y a Mabel Deu. Y ambos tuvieron que
echar mano de todos sus reflejos para salir airosos de la
prueba a la que los sometió Hevia la gijonesa. Susana: de
verdad de la buena que me he reído lo indecible con ese
desparpajo tuyo entrevistando. Tanto, que te puedo asegurar
que a ti no te cobraría yo nada por someterme a tus
preguntas inquisidoras.
VIERNES. 27
Juan Manuel Doncel, consejero de Fomento, lleva unos
días muy ajetreado, y me ha sido imposible charlar con él.
No sólo para preguntarle acerca de esas jornadas de
Urbanismo que se celebrarán los días 18 y 19 de marzo, y que
el consejero ha presentado ayer. Sino que tenía la intención
de enfrascarme con él en una conversación referida al
partido que van a jugar la Asociación Deportiva Ceuta y el
Cádiz. Porque me consta que Juan Manuel está ya tocado de
los nervios. Lo cual no es raro en alguien que vive el
fútbol intensamente y que sufre de lo lindo cuando se trata
del equipo de su alma: la ADC. Pero a Juan Manuel le gustará
conocer lo que yo le hubiera dicho respecto a lo que han
cambiado las cosas con relación a ambos conjuntos desde el
encuentro que disputaron en el Ramón de Carranza. Aquel día,
al igual que dos semanas después en el Ejido, el Ceuta dio
enormes facilidades por las bandas. Carecía el equipo de una
distribución racional de sus jugadores en el césped. Fallo
que fue aprovechado por gaditanos y almerienses. Ahora, la
situación es bien distinta: el Cádiz sigue encajando goles
porque sus jugadores de medio campo siguen mirando más hacia
arriba que hacia atrás. En cambio, los locales han mejorado
en todos los aspectos. Defienden en bloque y su repliegue
intensivo está concebido para que los adversarios, en cuanto
pisan campo ceutí, se sientan muy presionados. Frente a los
filiales béticos cuajaron un gran partido. Espero, Juan
Manuel, que mi explicación te ayude a relajarte.
SÁBADO. 28
Ya el viernes me fui a la cama con la satisfacción de saber
que el Jurado del Premio María de Eza había decidido
otorgárselo a María Antonia Palomo. Y con la misma
alegría me he levantado hoy para escribir estas líneas.
Reservándome el derecho a dedicarle una columna a la señora
premiada. Sí, estimada amiga, María Antonia o Antonia María,
que has terminado por volverme loco a la hora de nominarte.
Puesto que un día me dijiste que te llamabas Antonia María y
veo que me quedado solo dirigiéndome a ti por ese nombre.
Pero bueno, lo importante es que se ha hecho justicia a la
hora de valorar tus méritos acordes con las reglas escritas
de premio tan destacado. Sin que ello signifique restarles
méritos a las demás candidatas. Lo cual realza aún más el
valor de tu elección. A lo que iba, que mi satisfacción es
grande porque hayas inscrito tu nombre en esa lista de
mujeres que ya forman parte de la historia distinguida de
esta ciudad, por los méritos acumulados en una vida de
trabajo donde no fueron muchas las facilidades que
encontrasteis para salir airosas. Enhorabuena, pues, señora
Palomo, por haber sido premiada y, además, por unanimidad.
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