Dos voces de refencia en el ámbito
judicial a nivel local y nacional, el presidente de la
Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, Fernando Tesón, y el
magistrado emérito del Supremo José Antonio Martín Pallín
desgranan hoy en las páginas de este periódico cuáles son, a
su juicio, algunos de los males que precisan de una solución
más urgente en la Justicia española.
El análisis de Pallín es certero y demoledor: el modelo
judicial, dice, está agotado. Cualquier que haya seguido la
información relacionada con este tema publicada durante los
últimos meses se habrá dado cuenta fácilmente de ello.
Montones de expedientes acumulados en carritos de
supermercado, en los baños, sobre las mesas, en el suelo...
En Madrid y también en Ceuta, donde cualquier funcionario
enumera una lista de carencias mucho más amplia que la de
simples estanterías o archivos en condiciones.
La Justicia española se ha quedado, asegura el magistrado en
un símil muy gráfico con el Archivo de Indias, desfasada.
Ahora al Gobierno de la nación, pero también a los
sindicatos y a la propia ciudadanía le toca elegir qué
modelo debe sustituir al vigente. Martín Pallín apuesta por
el que ya recoge la Constitución Española, “oral, ágil e
inmediato”, según su descripción.
Literalmente, la Carta Magna establece que “el procedimiento
será predominantemente oral, sobre todo en materia
criminal”, pero el sistema español se ha quedado aferrado al
papel de una forma inconcebible. La Justicia no estará al
día ni será considerada verdaderamente importante por los
poderes políticos mientras no goce del mismo personal que
Hacienda y de los mismos medios técnicos que este
departamento, por citar alguno. Mientras no se acometa esa
revolución pendiente la Justicia española seguirá perdida en
el laberinto en el que hoy se encuentra, protagonistas de
más páginas de periódicos de las que debería y por asuntos y
problemas que tendrían que haber pasado ya a la historia.
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