El informe anual 2009 sobre el comercio mundial de drogas
que el Departamento de Estado de Estados Unidos presentó
ayer denuncia que los narcotraficantes marroquíes siguen
utilizando “los enclaves españoles de Ceuta y Melilla” para
introducir cannabis en España y el resto de la Unión Europea
“en camiones y coches” a sabiendas de que las dos ciudades
españolas tienen “unos niveles de inspección antidroga
estándar más bajos que los del resto de la Unión Europea”.
Esa es la razón por la que, a ojos del Gobierno
estadounidense, Ceuta y Melilla son, junto al puerto
marroquí de Tánger, dos de las tres vías más utilizadas para
trasladar hachís al continente europeo desde el Reino
alauita a la vista de que el despliegue del Sistema
Integrado de Vigilancia del Estrecho (SIVE) “ha forzado a
los narcotraficantes a utilizar rutas más largas y
vulnerables” para realizar sus ‘pases’.
Ambas referencias están incluidas en el apartado específico
que el informe, de casi 700 páginas de longitud, dedica a
Marruecos.
En el que trata sobre la situación del tráfico de drogas en
España las dos ciudades también aparecen mencionadas como
dos de los principales puntos de entrada de estupefacientes
en nuestro país junto a los aeropuertos de El Prat y
Barajas. “Estos dos aeropuertos son dos puntos claves de
tránsito para los pasajeros que trafican con éxtasis y otras
drogas sintéticas producidas en Europa hacia Estados
Unidos”, señala el Departamento de Estado, que no obstante
reconoce que “estos viajeros son casi siempre capturados
antes de salir de España” o cuando llegan a américa.
No ocurre lo mismo con el hachís, en buena medida, como es
obvio, por la cercanía física de nuestro país con Marruecos.
“España sigue siendo el mayor punto de tránsito para el
hachís de Marruecos hacia Europa y sus enclaves en el Norte
de África, Ceuta y Melilla, los principales puntos de
partida”.
Además, hay otras referencias ligadas a Ceuta en el informe
del Departamento de Estado. Entre los sucesos más notorios
vinculados al narcotráfico y a la corrupción marroquí se
cita la huida de la cárcel de Kenitra del “notorio barón de
la droga” Mohamed Taieb, alias ‘El Nene’, al que las
autoridades “volvieron a capturar en España en abril”.
“Por el papel que jugaron en su huida las Cortes marroquíes
sentenciaron a seis guardas de la cárcel de Kenitra a
diferentes penas de cárcel y suspensión de entre dos meses y
cuatro años por falsificación, corrupción y asistencia en la
huida de un prisionero”, relata el informe, que reconoce que
las autoridades marroquíes han logrado “grandes reducciones”
en la producción de cannabis y resina de hachís durante los
últimos años.
“Los esfuerzos antidroga de Marruecos son el resultado de la
combinación de leyes más duras, la erradicación de las
cosechas, la cooperación internacional y la reducción de la
demanda, así como del desarrollo económico que ha
contribuido a reducir la ‘cultura de cultivar cannabis’ del
Norte de Marruecos”, resume el diagnóstico norteamericano.
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Marruecos, punto de paso de la cocaína sudamericana
Aunque no es ninguna novedad, el
informe del Departamento de Estado norteamericano destaca el
consumo crecientes de las “drogas duras”, en particular la
cocaína, en el país vecino y refiere la transformación de
Marruecos en punto de paso para las redes de tráfico
internacional de cocaína, tanto desde Sudamérica como desde
el África subsahariana, en dirección a Europa. “Las
organizaciones latinoamericanas han comenzado a explotar
Marruecos y las rutas del cannabis para introducir cocaína
y, por supuesto, heroína, en Europa. EEUU espera que esa
tendencia “continúe” en el futuro.
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