Las obras de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir
para remodelar las vías de acceso a los pantanos comenzarán
la próxima semana con la limpieza de la tierra desprendida
para acometer la posterior fijación de los taludes. En el
proyecto de mejora ecológica de los arroyos se está
estudiando el presupuesto para adecuar la salida a la playa
del cauce del Infierno.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y la
empresa Vías y Construcciones comenzarán a administrar los
cuatro millones de euros invertidos por el Estado para la
rehabilitación de los caminos de los pantanos. El proyecto
está destinado a la fijación de los taludes y la reposición
de los elementos de encauzamiento de agua perdidos durante
las pasadas lluvias de septiembre. La primera acción será
limpiar las tierras y rocas desprendidas para posibilitar el
acceso a la maquinaria necesario. Para fijar los taludes se
utilizarán construcciones como los gaviones o la
hidrosiembra, que fija la tierra mediante el crecimiento de
plantas. Los trabajos iban a comenzar esta semana pero se
han debido retrasar a la espera de que las tierras queden
completamente secas después de las últimas lluvias.
El otro proyecto que gestiona la CHG, además de la reforma
del cauce de Benítez-Guillén que ya se ha iniciado, es la
mejora del estado ecológico de los arroyos. Los 1,25
millones de presupuesto se han adjudicado a la empresa
Tragsa que comenzará las obras la semana que viene. En este
caso se comenzará por la limpieza del arroyo del Quemadero y
se continuará con la limpieza del Infierno en coordinación
con la Comandancia General de Ceuta. Para la desembocadura a
la playa del Infierno se ha solicitado un presupuesto para
posibilitar su reforma. Se ha previsto igualmente una acción
de fijación de taludes de tierra en el arroyo de Calamocarro.
|