Mercedes Galdón, ex presidenta de la Asociación de Vecinos
Pueblo de San Antonio, se vio obligada a dimitir el pasado 3
de febrero después de que una nueva asociación surgida,
Monte Hacho-San Antonio denunciara que ésta impedía que se
pudieran federar dentro del movimiento vecinal que dirige
José Ramos.
Después de dos años y dos meses al frente de la Asociación
de Vecinos de Pueblo de San Antonio, barriada radicada en la
falda del Monte Hacho (bahía norte), Mercedes Galdón se ha
visto obligada a dimitir de su cargo.
Los hechos se remontan al mes pasado, cuando las casas altas
del Monte Hacho, zona donde se produjo el verano pasado un
llamativo incenio, se propusieron acceder a la Federación
Provincial de Asociaciones Vecinales (FPAV). Y es que un
grupo de vecinos, constituidos como Asociación de Vecinos
Monte Hacho-San Antonio decidió separarse de la barriada
Pueblo San Antonio al entender que no se atendían sus
demandas vecinales tal y como se debería.
Mercedes Galdón, según la versión que manifestó a este
periódico, dijo que ella no puso ningún impedimento, sino
que fue por las cláusulas recogidas en los estatutos de la
Federación de Vecinos. “La Federación tiene señalada esa
zona como perteneciente a la barriada Pueblo de San Antonio,
por eso no se les ha permitido federarse. Ahora, en el
momento en que se personaliza todo y se me acusa a mí como
que yo les estoy prohibiendo algo, prefiero anteponerlo mi
vida a todo esto”. José Ramos no ha dudado en manifestar
públicamente el “buen trabajo” que Galdón ha realizado
durante los dos años y dos meses en los que ha estado
trabajando para los vecinos y califica su pérdida como “una
pena”.
El pasado sábado, Galdón, ya como ex presidenta de Pueblo
San Antonio, acudió a una convocatoria en la que se
pretendía dividir de facto la asociación a la que ella
pertenecía de la de las casas altas, la que se ha hecho
llamar Monte Hacho-San Antonio. La Asociación de Vecinos de
Pueblo San Antonio, que tiene en trámite al menos tres
denuncias contra la constructora que opera en las distintas
fases que se han construido en la barriada, pretendía poner
en conocimiento de la sala estas cuestiones. Da la
casualidad, según cuenta Galdón, de que el secretario de la
nueva asociación (Monte Hacho-San Antonio), Ramón Cutillas,
no solamente es el constructor que maneja la práctica
totalidad de estas construcciones, sino que también fue hace
ya una decena de años uno de los fundadores de la Asociación
de Vecinos Pueblo San Antonio. “Cuando Ignacio Becerra
-presidente de Monte Hacho-San Antonio- me pidió que contara
cuáles eran esas denuncias en curso, Cutillas levantó la voz
para impedir que yo siguiera hablando, diciendo que no venía
al caso, pero yo le pregunté al presidente si podía
responder a la pregunta que me había hecho. Al final, nos
enzarzamos en una discusión y opté por irme”, aseguró
Galdón, que sólo había acudido a la reunión voluntariamente.
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