Menuda la que se armó, a última hora de la mañana, del
pasado domingo. El parque Urbano Juan Carlos I, lo que hasta
hace poco hemos venido conociendo como llanos de La Marina
presentaba un aspecto inmejorable. Algo que ya viene siendo
habitual Familias enteras. ceutíes de todas edades, papás,
niños, enorme cantidad de niños corriendo a lo largo y ancho
de tan concurridas instalaciones deportivas y ocio que
conduce el I. C. D.
Un incidente simple, probable, ordinario en un escenario que
presenta características idóneas para que se puedan dar a
cada minuto; el futuro crack que ensaya a portería, balón
que sale desviado y golpeo a seguir en un paseante. En esta
ocasión, con tan adversa fortuna que fue a parar en pleno
rostro de una abuela metidita en años. Del resto, ya se
pueden ustedes hacerse cargo. Hubiera dado igual la
trayectoria del esférico de ir entre los tres palos, la
ausencia de red entre los mismos propicia estos casos
fortuitos. Desde entonces, créannos, advertimos a todo ser
viviente con el que nos cruzamos por aquellos contornos.
Ingenuos chascarrillos sin relativa importancia que aquí, en
nuestra tierra son noticias. Algo similar a que diariamente
nuestros medios de comunicación locales nos ponen al tanto
relacionándonos de encontronazos automovilísticos con la
simple consecuencia de algún que otro arañazo en la
carrocería. De ello se asombran, en principio, compañeros
periodistas, esos jóvenes becarios habituados a trabajar en
otras capitales de provincias y que se aventuran a visitar
por primera vez Ceuta.
Lo genuinamente chocante les viene después. En cuanto
comparten un par de semanas con nosotros. Adonde ir, donde
encontrar el mínimo de ambiente para consumir un par de
horas y acudir después a casa a reponer fuerzas. “ ¡Tío,
esto es mortal aunque, cuentas con dos alternativas para
pasar el día, la primera te conduce al vecino país pero, la
frontera, el caos que allí se origina a la ida y venida, te
tira para atrás. La otra, subirte al barco, se la dejamos a
quienes no les acosa la crisis, políticos y a los que como
ellos manejan “flús”. Así que, conformate a ponerte frente
al televisor y empacharte de todo lo que te echen. Que es
escaso y nocivo. No queda otro remedio”.
Y es que el que no se conforma, es porque no quiere.
Elemental, que diría Juanlu. Luego pretendemos presumir de
pedanía abierta, moderna, orientada a todo tipo de turismo.
Con maravillosos escaparates en ferias internacionales a los
que por cierto, sin tanta parafernalia como ahora, asistimos
en sus primeras ediciones, a mediados de los pasados ochenta
con el entonces concejal de turismo Ramón Ruiz…. Curioso,
paradójico y sorprendente es que esos mismos que en la
actualidad nos comentan promocionar Ceuta la Nuit, Ceuta la
iluminada, Ceuta la gastronómica, Ceuta la deportiva, la
histórica, la cultural, marinera, la biblia en pastas….,
llegado el quinto día semanal, se da patadas en el trasero
por sentarse en Club Balearia y plantarse al otro lado del
Estrecho. Lo dicho, mis respetados, “perras”, son las que
mandan.
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