Primero las personas y luego los
titulares”, tal ha sido siempre el axioma que me he marcado
en este peculiar tajo del periodismo transfronterizo, por
ponerle algún nombre al niño. Así me he comportado
particularmente desde que abrí fuego el pasado miércoles 11
de febrero con la rompedora columna “¡Libertad para el ceutí
Abselám Hamed Larbi!”, que sirvió al menos para que alguna
autoridad con mando en plaza se enterara del problema… por
la prensa, pero del día siguiente y en otro estimado medio
de comunicación. Vale. En cualquier caso lo realmente
importante de esta historia es que desde las 15.00 de la
tarde de ayer, momento en el que Abselám y su entrañable
esposa Ouarda entraron en España tras cruzar el paso
fronterizo de “El Tarajal”, el taxista caballa se encontraba
por fin tranquilo y seguro en su Ceuta natal. Sí, escribo
contenido, con mano izquierda y guante blanco. Ruego tomen
nota también los colegas cuando hoy acudan a la rueda de
prensa, que Abdeslám debe volver en breve a Uazzán para
finiquitar asuntos de papeleo, circunstancia a considerar.
¿El día de ayer…?. Denso y tenso. Información complementaria
del caso la pueden leer ustedes en las páginas 2 y 3 de EL
PUEBLO, firmada por David F. Pascual; de la primera doy fe y
en cuanto a algunos aspectos de la segunda, me reservo la
opinión. Remarcaría en todo caso algunos aspectos. En “Bab
Sebta” insisten en errores informáticos… Bien pero, en todo
caso, ¿cómo es posible que Abdeslám fuera detenido por,
presuntamente, seguir a su nombre el anterior vehículo de su
propiedad, vendido en toda regla… y teniendo ahora una nueva
“Carta Verde” de otro coche, cuando todos sabemos muy bien
que en Marruecos solo se puede disponer de una y en ningún
caso de dos?; ayer, al cabo de un mes y hasta las 14.30, ¡Abselám
seguía oficialmente en régimen de busca y captura!, cuando
la Gendarmería Real (tengo la documentación a mano)
comunicó, ¡hace tiempo! y siguiendo instrucciones del
Procurador del Rey que Abselám estaba libre de cargos…
También tengo copia del “Bulletin de Sortie” de prisión del
lunes por la noche, certificando su puesta en libertad . Sí,
fui testigo ayer martes de los esfuerzos de los funcionarios
responsables, a diferentes escalas, en “Bab Sebta” para
dejar paso libre a Abselám, quien durante dos largas horas
estuvo amablemente “retenido” en instalaciones de la Aduana.
No entiendo nada… ¿o sí?. También les confirmo tres cosas:
Abselám fue detenido como español (en posesión de su
pasaporte que le fue luego retirado), encarcelado como
español y liberado como español… pese a cierta burda e
infumable maniobra policial de última hora, rayana en el
insulto, frente a la cárcel de Uazzán de la que ya
hablaremos en su momento y que fue solventada por el abogado
Ghoudane y el mando de la Gendarmería Real, quien se
desplazó personalmente al penal.
Finalmente quisiera hacerles una apreciación, a mi juicio de
calado. El “Caso Abselám”, que a estas horas estará ya
siendo analizado por las cabezas de huevo de uno y otro
país, ha marcado un punto de inflexión. Los musulmanes
españoles de Ceuta, como el resto de ciudadanos, deben tener
claro el apoyo, firme y sin fisuras, de los consulados
españoles en Marruecos caso de verse detenidos en éste país.
Y la diplomacia española debe exigir, por los cauces
oportunos, que el Reino de Marruecos cumpla el protocolo
informando, inmediatamente, de la detención de cualquier
ciudadano español, llámese Pepiño o Mohamed, natural de Lugo
o de Ceuta y de la obligación de tratarle como tal. Punto
pelota. Visto.
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