Sigo pensando que la Ley
Electoral, digan lo que digan algunas “lumbreras”, necesita
un cambio urgente para acercarnos más a lo que es y
significa la democracia. Ese cambio nos llevaría a asentar
más el sistema democrático y hacer valer mucho más la
decisión del pueblo a la hora de elegir a sus
representantes.
Se dice que la democracia es el menos malo de los sistemas,
y que es del pueblo y para el pueblo, puesto que de la
decisión del pueblo a la hora de emitir sus votos, es de
donde emana el poder. Creo que no es así. Me explico.
IU se presenta a las elecciones generales en todo el
territorio nacional, saca muchos más votos que ERC o CIU y
resulta, que a pesar de sacar mayoría de votos que los otros
dos, tiene menos representantes en las Cortes. Pienso que la
cosa estaría más cerca a la realidad de que la democracia es
del pueblo y para el pueblo, que todos los partidos que
aspiren a tener representantes en las Cortes, se presenten
en todo el territorio nacional.
Con esto me pasa igual que cuando se celebran las elecciones
Autonómicas. El pueblo, ese que dicen que es soberano, vota
mayoritariamente a unas siglas, me da exactamente igual las
siglas que sean, pero no llega a conseguir mayoría absoluta,
se reúnen el resto de los partidos participantes formando
una coalición, precisamente a los que el pueblo, ese que
llaman soberano, no le han dado su apoyo y gobiernan.
Dentro de muy pocas fechas, en cuanto llegue el próximo día
uno de marzo las elecciones en Las Vascongadas, perdón país
Vasco no sé por qué razón, cuando nunca fue un país y lo es
gracia a la Constitución y como tal hay que aceptarlo y en
Galicia, se podrá comprobar con toda facilidad que no va a
gobernar a quienes el pueblo le dé la mayoría de sus votos.
Gobernarán, sin duda alguna, aquella coalición formada por
dos o más partidos que se unirán para tal fin, precisamente
a quienes el pueblo, ese que llaman pomposamente “soberano”
y que sigo insistiendo es de “garrafón” no les ha dado
mayoritariamente su confianza.
Es por tanto una incongruencia que se siga diciendo que es
la decisión del pueblo soberano cuando, precisamente, el
pueblo es soberano durante tres segundos, que es el tiempo
necesario para echar el voto en las urnas, después con ese
voto del “soberano”, se hace lo que más le conviene a cada
uno.
No me extraña que partiendo de la teoría que “soberano” es
sólo la marca de un coñac, hay tanta abstención que, por
cierto, aumenta en cada una de las elecciones que llevamos a
cabo, y lo que te rondaré morena.
Al menos, para que ese pueblo se acerque más a la verdad de
que es soberano vayamos, como hacen en casi todos los países
democráticos a una segunda vuelta, donde todos esos
partidillos de poca monta desaparecen y dejan de ser
“bisagra”, para aprovecharse de esas circunstancias y ser,
en realidad, los que gobiernan.
Por el bien de la democracia, apostamos por, al menos, una
segunda vuelta donde se acerca algo más a la realidad de que
el pueblo es soberano. Mientras, del mas puro garrafón.
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