Rocambolesca historia sucedida en la tarde de ayer que
culminó, de momento, con la detención de cuatro presuntos
secuestradores de un marroquí al que le reclamaban el pago
de unos 35.000 euros. Los agentes intervinieron al tener
conocimiento de los hechos por una llamada de alerta al 112
que pudo haber realizado la víctima, dejando el teléfono
abierto, mientras era apalizado por sus captores en un
coche. Los operarios del servicio de emergencias dieron
rápido aviso a la Policía Nacional.
Alrededor de la 14’30 horas, la centralita del 112 recibía
una llamada de alerta de alguien que dejó el teléfono en
escucha. El operario sólo pudo oir lo que se suponía era el
documento sonoro de una paliza que se le propinaba a un
individuo. En la centralita quedaron reflejados los sonidos
de las amenazas que vertían más de un individuo a la
presunta víctima solicitando el pago de un dinero que
supuestamente éste debía, unos 35.000 euros.
De inmediato el operario del 112 siguiendo el protocolo
alertó a la Policía Nacional dando conocimiento de los
hechos que se sucedían. En un momento dado, se acertó a oir
que el grupo que retenía a la presunta víctima se dirigía al
hotel Tryp, lo que dio lugar a que la reacción policial se
produjera preparando un rápido dispositivo de actuación.
En torno a las 15’00 horas varios agentes de la Udyco
[vestidos de paisano] de la Jefatura Superior de Policía
Nacional se desplegaron por el recinto hotelero hasta
averiguar que los presuntos protagonistas se encontraban en
una de las habitaciones del céntrico hotel.
Sin más, los agentes penetraron en la habitación donde
comprobaron que los hechos que se sospechaba se acercaba a
la realidad. Cuatro individuos, conocidos delincuentes y con
antecedentes mantenían retenido al marroquí M.J.E.K. contra
su voluntad y con claros signos exteriores de lesiones.
La Policía investiga los hechos que han llevado hasta esta
situación en la que cuatro individuos se habrían tomado la
justicia por su mano. Los cuatro han sido detenidos acusados
de detención ilegal y lesiones. Han abierto una
investigación para esclarecer los hechos que motivaron la
deuda de unos 35.000.
Las primeras hipótesis podrían apuntar a un ajuste de
cuentas determinado a alguna acción delictiva de tráfico de
estupefacientes aunque no se descarta ninguna otra causa
sospechosa de ilegalidad.
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