Ganando. Así se estrenó la AD Ceuta en el primero de los
cinco encuentros consecutivos ante rivales directos que
determinarán buena parte de la suerte del conjunto caballa a
final de temporada. Un triunfo fraguado en la recta final de
la primera mitad, cuando Elvis cazó un balón colgado por
Álvaro desde el costado diestro. Logrando un gol de los
llamados psicológicos ante un Real Betis B marcado por las
numerosas bajas que en la segunda mitad se diluyó. Teniendo
en cuenta que en la reanudación, para no tropezar en la
misma piedra que en el Nuevo Los Cármenes, el conjunto
caballa salió dispuesto a ampliar su ventaja. Algo que
consiguió el ex-bético Carlos Valverde con lo que los suyos
se aseguraron tres puntos por los que el Ceuta nunca temió.
Al menos en la segunda parte.
Lo cierto es que el primer periodo estuvo más nivelado, sin
que se notaran las bajas de Álex Ortiz, Rodri, Cañamero y
Diego Segura en las filas verdiblancas. Planteándose la
batalla en el centro del campo, donde ambos equipos pugnaban
por hacerse con el control del esférico. Lo que motivó que
las escasas acciones de peligro llegaran en jugadas a balón
parado. Para los caballas en dos faltas consecutivas en las
inmedicaciones del área bética que repelió la zaga. Mientras
que, para los locales, Parra remató por encima del larguero
un libre directo botado por Zamora al interior del área.
Las ocasiones llegaban con cuentagotas y así se alcanzó el
ecuador de la primera parte, cuando los locales se
apropiaron del cuero. Siendo la nota predominante los
pelotazos, ante la ausencia de referentes en la medular, ya
que ni Rodri ni De Lerma estaban sobre el tapete. Por lo que
unos y otros practicaban un juego directo que se le dio
mejor a los de Benigno Sánchez. Viendo el decorado, optaron
por intentarlo por banda derecha, donde David Fas colgaba
balones una y otra vez. Uno al punto de penalti, rematado
por Carlos Valverde rozando la escuadra. Otro buscando a
Elvis, quien remató de cabeza junto al palo. Y otro más al
sacar una falta cabeceada por Javi Navarro directamente
fuera. Acciones procedentes desde la banda derecha donde
llegaba el peligro y, lógicamente, se abrió el marcador.
Gracias a que Elvis alojó en el fondo de las mallas un
servicio de Álvaro.
Un tanto que dejaría tocados a los locales quienes hasta el
momento habían hecho un partido serio, merodeando el marco
defendido por Lledó. Eso sí, colgando pelotas que no
encontraban rematador. Apostando los de José María Nogués
por balones en profundidad, buscando a Rubén Cruz y a De la
Cal, quienes no acertaban a conectar ante la permisividad de
la defensa. Una actitud que cambió en la segunda mitad, al
acusar el tanto encajado en el último minuto del primer
tiempo.
En la segunda parte fueron los visitantes los que
demostraron más ambición. Saltando con la intención de
incrementar las diferencias y asegurar el triunfo. El
primero que lo intentó fue Elvis, poniendo a prueba a Adrián
con un disparo que el meta verdiblanco se quitó de encima
como pudo. Una actitud que no tardaría en dar sus frutos, ya
que en una jugada de ´pinball´, con remates de Carlos
Valverde, Javi Navarro, Elvis y nuevamente Carlos Valverde,
éste último hizo el segundo. Un tanto que no celebraría por
su pasado bético, y que daría tranquilidad a su equipo para
lo que quedaba de encuentro.
Un segundo tanto que perfectamente podía haber llegado desde
los once metros, si el colegiado hubiera señalado un penalti
de libro cometido por Isidoro sobre el propio Carlos
Valverde, tras una cabalgada por banda izquierda del
futbolista hispalense. Que sería el primer sustituido en el
bando ceutí, entrando en su lugar Carlos De Lerma.
Un cambio orientado a dormir el encuentro y a evitar que el
Ceuta se echara atrás, demostrando haber aprendido de los
errores que supusieron la derrota de Granada. Pero ni el
filial bético cuenta con hombres como Lafuente o Vicente, ni
la actitud de los locales era la adecuada para recortar
diferencias. En primer lugar porque jugaban con más corazón
que cabeza y en segundo porque en los últimos metros seguían
echando de menos a sus referentes ofensivos. Como quedó
patente al final del encuentro cuando, con el tiempo
cumplido, Fran Machado desperdició un mano a mano con Lledó
y Rubén Cruz malogró otra ocasión de cabeza.
Sin olvidar que los ceutíes también gozaron de las suyas. La
más clara, la que dispuso David Fas en el interior del área,
driblando al rival y, con toda la tranquilidad del mundo,
mandarla fuera. Una ocasión de la que el Ceuta no se tuvo
que acordar al final del encuentro, ya que los tres puntos
terminaron por subir a su casillero. Tres puntos de moral,
antes de recibir al Cádiz en el Alfonso Murube, donde los
ceutíes comparecerán situados en la quinta plaza.
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