Pese a la crisis estructural que soporta desde hace años el
sector pesquero ceutí sigue teniendo vitalidad. Un
empresario local ha solicitado permiso a las instituciones
para colocar dos almadrabetas en la bahía sur de la ciudad
autónoma, una en el área del Sarchal y otra en el de la
Almadraba, con la intención de “dinamizar” el sector
pesquero e industrial local. Según sus previsiones la
iniciativa empresarial podría generar unos cuarenta puestos
de trabajo directos e indirectos.
El ex presidente de la Cofradía de Pescadores de Ceuta
Martín Martín Carmona ha solicitado las autorizaciones
necesarias para la instalación en la bahía sur de la ciudad
autónoma de dos almadrabetas que se dedicarían a la pesca de
retorno de la melva y otros peces migratorios como la sarda,
el alistado y el bonito en el periodo comprendido entre los
meses de mayo y noviembre.
Según fuentes del sector el proyecto empresarial planteado
serviría para “dinamizar” el sector pesquero e industrial de
la ciudad autónoma con la creación de alrededor de veinte
puestos de trabajo directos y otros tantos indirectos. Los
promotores tienen la intención de que las capturas se vendan
en la lonja de la ciudad y de que la flota local dedicada a
la pesca de voraces contase con carnaza procedente de las
propias almadrabetas, un instrumento pesquero que
actualmente ha desaparecido del litoral ceutí pero que sí se
utilizó hasta 1968.
La solicitud prevé el anclaje de las almadrabetas, cada una
de las cuales tendría medio kilómetro de pared, en las
inmediaciones del Sarchal y de la Almadraba, espacios en los
que su colocación no tendría repercusión alguna sobre la
actividad pesquera o marítima existente en la bahía sur.
La pesca con almadraba en la zona del Estrecho de Gibraltar
se remonta a los fenicios, perdurando hasta la actualidad.
En la Roma Clásica alcanzó gran renombre, con referencias a
la salazón gaditana de atún, cuya imagen aparece ya grabada
enmonedas de Gades (Cádiz) del siglo III antes de Cristo.
Posteriormente, las almadrabas gaditanas aparecen vinculadas
al Ducado de Medina-Sidonia.
En Ceuta la actividad de pesca de almadraba que se había
mantenido durante las últimas tres décadas terminó hace dos
años a causa de la escasez de paso de atún rojo por la costa
de la ciudad autónoma. Las capturas con almadrabas en el
Estrecho han caído un 80% desde el año 2000 y los ejemplares
son cada vez más pequeños (la media ha bajado de 220
kilogramos por ejemplar a 145, según WWF-Adena).
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La pesca de los tunidos, una tradición en el Estrecho
La almadraba es un arte de pesca
tradicional con tres mil años de historia y que en la
actualidad continúa practicándose en aguas del Estrecho de
Gibraltar. A pesar de las transformaciones y de la evolución
de la técnica, la esencia de este tipo de pesca hace que el
atún rojo sea hoy en día uno de los productos más codiciados
en mercados tan exigentes como el japonés. En noviembre de
2007 la Comisión Internacional para la Conservación del Atún
del Atlántico (ICCAT) aprobó un paquete de medidas que
establecían un mayor peso para las capturas y regulaban las
paradas biológicas. El Plan de Recuperación del atún rojo
aprobado por la Unión Europea cifró el máximo de capturas
para España en 5.568,21 toneladas anuales.
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