El grito ha sonado, por activa y
por pasiva, en cualquier concurso de carnaval: ¡…un teatro
en condiciones!. Pero sólo ha quedado en eso, en una
reclamación popular a la que no se le ha dado satisfacción
en ningún momento.
¿Se ha podido tener un teatro, en condiciones en nuestra
tierra, tal y cómo ha reclamado el pueblo, por activa y por
pasiva?. Tengo el convencimiento que sí. En el mismo centro
de la ciudad existía el teatro Cervantes, que con unos
pequeños retoques, sin gastar mucho dinero ni en la compra,
ni en esos retoques, hubiese quedado de lujo, cubriendo las
expectativas de todo el pueblo, sin dar opciones que, de
nuevo, vuelva a sonar el manido grito de ¡… un teatro en
condiciones!.
Todos los años, con la llegada de los carnavales, sucede lo
mismo, faltan localidades para poder asistir al concurso de
cuartetos, comparsas y chirigotas. Son muchísimas las
personas que se quedan fuera al no tener más aforo el Siete
Colinas, lugar donde se celebra el evento. Y eso va a seguir
sucediendo por los siglos de los siglos, al no tener un
teatro en condiciones, que permita una mayor asistencia al
espectáculo, no sólo de los carnavales, si no de los buenos
espectáculos que trae la consejería de Cultura. Una pena.
Ahora, en la Manzana de Rebellín, dicen que nos han hecho un
teatrito, le llamo teatrito por el aforo del mismo que según
dicen cuenta con seiscientas localidades. ¡Pedazo de teatro
nos han hecho, para una población que sobrepasa los setenta
mil habitantes!. Eso no se le ocurre ni al que asó la
manteca colorá.
Por qué no hemos hecho un teatro como Dios manda, con un
aforo de mil doscientas personas, que sería lo más normal
del mundo. Pee ser que algunas “lumbreras” aleguen que el
espectáculo al que no vayan más de trecientas personas, el
teatro de mil doscientas va a estar vacío. Queridos míos,
existen unas compuertas que dividiría el teatro en tres
“estancos” de cuatrocientas localidades y según la demanda
de las mismas se abrirían o quedarían cerradas y, de esa
forma, el teatro nunca estría vacío.
Además, hay que reconocer que la consejería de Cultura está
trayendo a nuestra tierra muy buenos espectáculos que
difícilmente no ocuparían esas mil doscientas localidades y,
mucho más a los precios que se ponen las entradas.
Por otra parte, se ahorraría dinero al actuar el espectáculo
que se traiga un solo día, viéndolo todo el personal
evitando que tenga que actuar dos días, para poder ser visto
por aquellos que no pudieron conseguir entradas.
Con ese pequeño teatrito propio de pueblos pequeños, aptos
para que en él actúen solamente actores locales, aficionados
a los que sólo van a ver la familia y los amiguetes, que por
pura lógica no se pueden igualar a los profesionales de la
escena que nos llegan a Ceuta.
Ni se de quién ha sido la genial idea del teatrito en
cuestión, ni me importa un pimiento, pero como ceutí veo en
él un gran error que no se va a poder subsanar, tratando de
ampliarlo, porque no hay un dios que sea capaz de tirar un
muro y seguiremos teniendo que gritar: ¡… un teatro en con
condiciones!.
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