La inauguración ayer de la nueva edición de la Escuela de
Padres del colegio Príncipe Felipe contó con dos visitantes
de alto rango como el director provincial de Educación,
Aquilino Melgar, y la jefa de la Unidad de Programas, Pilar
Álvarez. Ello amén de una extraordinaria concurrencia de
padres que llenaron todos los lugares dispuestos por la
dirección para esta sesión. Melgar pidió a los padres que
fueran cómplices con los profesores en la educación de sus
hijos.
El director provincial de Educación reclamó a los padres que
no desautorizaran a los profesores, y menos delante de sus
hijos. “Claro que hay lugar para la diferencia de criterios
pero delante de los niños hay que dar una sensación de
autoridad”, apuntó. Este abundó en la necesidad de que tanto
padres como profesores deben remar en la misma dirección.
Tanto Melgar como Álvarez hablaron desde un doble plano ya
que además del administrativo cuentan con una vasta
experiencia como directores de centros de secundaria. Así la
jefa de la Unidad de Programas insistió ante los padres a
que estos propicien la continuidad de sus hijos en el
sistema educativo: “El niño no se pierde por pasar al
instituto”. Además advirtió a los padres y madres que son
ellos los que deben llevar el control de sus hijos.
Álvarez defendió las posibilidades de cada niño en el
sentido de que no todos tienen porque ser universitarios.
“Cada niño podrá llegar a donde pueda. No hay ningún trabajo
indigno”, reseñó.
La directora del centro, África Barreiro, arropó en todo
momento a los representantes del Ministerio e incluso
dirigió unas palabras a los congregados.
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