Los consejeros de Economía y Hacienda de la Ciudad Autónoma,
Guillermo Martínez y Francisco Márquez, cumplieron ayer en
la Asamblea con la misión que el presidente Vivas les
encomendó hace ya un año: elaborar, presentar y poner en
marcha un catálogo de medidas para, más allá de la crisis
coyuntural, fomentar el desarrollo económico y la generación
de empleo en Ceuta, una apuesta que girará sobre el nuevo
REF local.
Excepcionalmente sentados juntos, el consejero de Hacienda,
Francisco Márquez, y el de Economía y Empleo, Guillermo
Martínez, dos de los miembros del Gobierno con más crédito
en los bancos de la oposición, presentaron ayer a dúo el
fruto de la encomienda que hace un año les trasladó Vivas:
diseñar los cimientos del desarrollo económico y la
generación de empleo en Ceuta a corto, medio y largo plazo.
Lo hicieron con el viento a favor de saberse apoyados por el
PSOE, con todo lo que eso implica en la Plaza de los Reyes y
La Moncloa.
Escénico como ninguno, Márquez reservó para tal evento la
presentación “somera” de la piedra filosofal de su plan, el
nuevo Régimen Económico y Fiscal (REF) especial de Ceuta que
aún debe someterse a la “reflexión y consideración” de las
instituciones estatales.
El documento, del que hasta ahora no se sabía nada más que
lo obvio, llegará el próximo 24 de febrero al Consejo de
Gobierno y posteriormente se trasladará a la oposición. En
función de su reacción al contenido del mismo el Ejecutivo
ceutí se decantará por llevarlo a las Cortes como una
iniciativa legislativa del Grupo Parlamentario Popular
(propiciando una tramitación más ágil) o de la Asamblea,
explicaron fuentes oficiales.
Consensuado ya con Melilla, el nuevo REF incorpora
modificaciones “muy importantes”, según destacó Márquez,
dentro de “prácticamente todos los tipos impositivos que
afectan a la actividad económica en la ciudad”. En resumen,
defiende que las bonificaciones impositivas para las dos
ciudades autonómas deben crecer un tercio y pasar del 50% al
75%.
En primer lugar la Ciudad entiende que se debería modificar
el Impuesto de Sociedades, el más relevante en términos
económicos, con el propósito de “asimilar” el tratamiento de
las sociedades con dimicilio social y fiscal en Ceuta “a las
personas físicas residentes”. De esta forma, todas las
deducciones a las que tengan derecho las entidades referidas
en el artículo 33 del texto refundido de la Ley del Impuesto
de Sociedades [las empresas españolas domiciliadas
fiscalmente en Ceuta y Melilla mediante establecimiento
permanente o sucursal, básicamente] se elevarían hasta el
75%.
Además, Márquez entiende que habría que crear una Reserva de
inversiones similar a la ya existente en Canarias como una
medida “de estímulo fiscal hacia la autofinanciación y hacia
el mantenimiento en nuestro territorio de los beneficios que
obtengan las empresas aquí radicadas.
De la misma forma, en el apartado del Impuesto de la Renta
de las Personas Físicas (IRPF, la Renta) se propondrá el
incremento de la deducción hasta un 75% para los
contribuyentes residentes. Además, aquellos que conserven
tal condición desde hace tres o más años se beneficiarían de
la misma bonificación en las rentas obtenidas tanto dentro
como fuera de Ceuta.
De igual forma se plantea el establecimiento de una
bonificación en el Impuesto de Sucesión y Donaciones que
también alcanzaría el 75%. El Impuesto sobre Transmisiones
Patrimoniales y actos jurídicos documentados se bonificará
hasta en un 75% la cuota gradual de documentos notariales
cuando el registro de inscripción de estos actos radique en
Ceuta. De la misma ventaja gozarían el concepto de
operaciones societarias cuando se cumplan determinados
requisitos.
Comercio... y Marruecos
Al margen del REF, la inmensa mayoría de las medidas
planteadas giran alrededor de lo de siempre: el Comercio, el
Turismo, la Formación y el Puerto.
Entre las grandes novedades, como destacó el propio Márquez,
se cuenta también “la primera” referencia explícita en un
documento de semejante calado al país vecino y a la
necesidad de aprovechar el desarrollo del Norte de Marruecos
y las sinergias que puede conceder a Ceuta, como subrayó el
consejero ante las críticas de Mohamed Ali. De momento,
Márquez presumió de tener ya fuente pecuniaria, los antiguos
fondos europeos Interreg, para poner en marcha una Escuela
de Negocios donde formar a empresarios europeos y marroquíes
interesados en nuestro contexto geográfico.
Con la abstención como voto de castigo de UDCE-IU por no
asumir la Ciudad su propuesta de reclamar a Bruselas la
declaración de Región Ultraperiférica para Ceuta y las
durísimas críticas del PSPC (“insoportable burla”, llamó
ayer a la propuesta) el PSOE puso ayer la nota de
“responsabilidad” al apoyar un texto que descarga buena
parte de sus potencialidades en las espaldas del Estado. A
Arreciado seguramente le hubiese dado un síncope lo que
contiene, pero en el partido de la rosa están seguros de que
no excede ninguna competencia, aunque sugiere crear una
reserva de autorización obligada para cualquier futura
modificación fiscal que se pudiese impulsar desde Madrid y
afectase a Ceuta.
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El modelo económico de las Islas Canarias, referente
Tan lejanas y aparentemente
distintas, las Canarias aparecieron ayer varias veces en el
Pleno de la Asamblea. Las sacó a colación Mohamed Ali, que
quería incluir en el catálogo de medidas de revitalización
(“no sólo anticrisis”, repitieron una y otra vez los
consejeros) la necesidad de tramitar ante Bruselas la
declaración de Región Ultraperiférica para Ceuta, algo que
tanto el PP como el PSOE consideran inviable, pero también
la rememoró, sin citarla, Márquez al hablar de la creación
de una ‘reserva de inversiones’. En el archipiélago existe
ese mismo incentivo fiscal en el marco de su propio REF
“para estimular la autofinanciación empresarial [supone una
reducción en el Impuesto de Sociedades o del IRPF]” y la
inversión en una serie de bienes y capital regulados por ley
“con el fin último de estimular el esfuerzo inversor en
Canarias”. Así, esta figura permite a las empresas reducir
su base imponible en cada período impositivo en el Impuesto
sobre Sociedades hasta la cantidad que destinen de sus
beneficios a la Reserva. El límite fijado para la misma es
del 90% de los beneficios no distribuidos.
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