El Centro Asistencial acogió ayer el desarrollo de la
jornada de formación en consumo que ofreció Mª Dolores
Angosto, responsable de formación de la Consejería de
Bienestar Social.
El objetivo, formar a los mayores de 70 años como
consumidores responsables, recurriendo para ello a
ejercicios prácticos y lúdicos en los que, por ejemplo, se
comparó el precio de un TBO de hace sesenta años y un cómic
actual. El aprendizaje, según Angosto, fue recíproco.
María Dolores Angosto, responsable de formación en Consumo
de la Consejería de Bienestar Social, explicó que sobre el
mes de marzo, coincidiendo con el Día del Consumidor, se
suelen impartir jornadas formativas dirigidas al colectivo
de personas mayores, y este año el programa se adelantó con
el taller que se impartió ayer a un grupo de residentes en
la Gota de Leche de edades comprendidas entre 77 y 94 años.
A este respecto, según Angosto, el taller se llevó ayer al
Centro Asistencial a petición del Voluntariado de Atención
al Mayor, y se ha buscado un doble objetivo. “formarlos como
consumidores, y lo más importante, aprender muchísimo de
ellos”.
La responsable de Consumo explicó que para captar la
atención de los interlocutores, la actividad se planificó
centrándose en los recuerdos.
“Con los jóvenes hablamos de las nuevas tecnologías, pero
con los mayores recurrimos a un medio tan importante como ha
sido tradicionalmente la radio en nuestro país, y a una
época en la que Gloria Lasso cantaba aquello de ‘Luna de
miel’ o se escuchaba aquello de ‘Mirando al mar’ de Jorge
Sepúlveda”.
Además, en el taller se hicieron comparaciones de precios de
hace cincuenta años con los actuales. Así, “hemos hablado de
los TBO del Capitán Trueno que se podían comprar por 1,25
pesetas y los cómics actuales.
También hemos recordado las Enciclopedias con las que
estudiaban en los colegios, o los Catecismos de segundo
grado que había que aprenderse de memoria, o de cuantas
cosas se podían adquirir con una pesetas mientras que ahora
con un euro no se puede hacer prácticamente nada. En fin,
hemos pretendido hacer una actividad dinámica y divertida
para todos ellos”, comentó.
Aseguró Mª Dolores Angosto que no sólo se ha logrado
transmitir a los asistentes conocimientos sobre cómo ser un
consumidor responsable, sino que además se ha producido un
intercambio de experiencias que de seguro “podremos
trasladar, todo lo aprendido, a las nuevas generaciones”.
Finalmente, la responsable de formación de la Consejería de
Bienestar Social, María Dolores Angosto, manifestó la
también la relevancia de la actividad de ayer, porque
contribuye a recuperar “cuanto pueden enseñarnos nuestros
mayores, que son enciclopedias vivas que además nos ayudan a
recuperar valores que se van perdiendo y que son tan
necesarios en una sociedad como la actual”, concluyó.
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