Hace tiempo que me lo pienso varias veces antes de
contestarle a algún colaborador mediocre, que suelen
escribir para llamar la atención, ya que en su vida diaria
o/y en su trabajo no pueden brillar con luz propia. Es
penoso que alguien que supuestamente se dedica a la
docencia, se dedique a faltarle el respeto a una parte de la
ciudadanía, en su mayoría jóvenes, sinceramente me da pena.
Me he permitido el lujo de extraer algunos párrafos de sus
dos últimos ¿articulos?:
“Ceuta no es ajena a las corridas de toros. Aquí hubo un
coso taurino fijo, y si alguien argumenta que la juventud no
quiere la fiesta de los toros está mintiendo de principio a
fin, porque una cosa es no querer y otra el desconocerla,
porque aquí hace más de diez años que no hay ningún
festejo.“ (Jesús Carretero)
Con respecto a esto, simplemente dos apreciaciones, una es
que si esa plaza de toros hubiera tenido audiencia, seguiría
estando, si la quitaron sería porque no llenaba. Y en cuanto
a que las personas jóvenes no conocemos la ¿fiesta de los
toros?, pues mira les diré algo que puede parecer mal
sonante, “tampoco hemos probado los excrementos y sabemos
que no nos gustan”.
Otra de sus perlas;
“No he oído, todavía, por ahí, ninguna voz disonante,
pidiendo que no se maltrate a los “pobrecitos” mejillones,
estos no en los campos, sino en el mar, pero todo puede
llegar.” ( Jesús Carretero)
En ningún momento he escuchado a la plataforma ciudadana por
la defensa animal posicionarse en contra de comer animales,
lo que reivindicamos es la erradicación del maltrato animal,
de la tortura en cualquiera de sus manifestaciones. Menos
demagogia y más argumentos y sobre todo, más respeto.
Y para terminar, la gota que colma el vaso;
“Por cierto que todas esas voces piadosas de defensa de los
animales, dudo mucho que sean tan piadosas a la hora de
defender, cuidar y ayudar a sus mayores, padres, madres y
demás.” ( Jesús Carretero)
Yo respeto la libre expresión en todas su facetas y quizás
por eso en muchas ocasiones me abstengo de contestar a
algunas opiniones de quienes se creen en la posesión de la
verdad absoluta, pero cuanto se falta al respeto, no me
queda otra opción; por eso simplemente decirle que gracias a
ese cuidado mutuo y reciproco que existe entre nosotros/as y
nuestras familias, somos personas comprometidas con nuestra
ciudad, y no se nos caen los anillos a la hora de
reivindicar los valores que nos han enseñado, otros no sé si
lo harán. Un cordial saludo, no le guardamos rencor.
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