Y como ocurre en multitud de
ocasiones, se dio en medio del fin de semana, con lo que a
buena parte de los que habían ido a la península les cogió
al otro lado, en el momento de regresar el domingo.
En esto, hay que decirlo, no influyen para nada los
políticos ¡¡Mejor fuera!!, sino que algunos de ellos, como
cualquier ciudadano más, se encontraron el domingo ese
imprevisto, que de vez en cuando, nos deja al otro lado, sin
poder regresar a la hora que teníamos prevista.
Esta es la pega que azota, más de la cuenta a Ceuta, y que
llega casi sin aviso alguno, en cuanto el anticiclón se
coloca al oeste de la península e impide la llegada de
frentes, colocándonos a nosotros en ese otro frente que tan
poco nos gusta.
El levante ha sido fuerte, hasta el punto de que Ceuta entró
el domingo en alerta amarilla, y a la hora que estoy
escribiendo, el lunes a las ocho de la tarde, no ha variado
mucho, con un viento de levante que llegó a alcanzar rachas
de más de 50 kilómetros por hora.
En su justo momento, los barcos dejaron de operar,
especialmente desde el anochecer del domingo y, únicamente,
el “las Palmas de Gran Canaria” hizo el viaje desde
Algeciras, casi a la media noche.
Muchos, pues, de los servicios, naturalmente los de los
barcos rápidos no se realizaron el domingo y tampoco el
lunes de forma regular.
Las rotaciones del “Las Palmas de Gran Canaria” se hicieron
por necesidad, pero con todas las incomodidades que lleva
consigo una travesía en la que estás viendo a la hora que
sales, pero no se puede decir, y menos predecir, a qué hora
vas a llegar a tu destino.
Y la pregunta que en muchas ocasiones nos hemos hecho es ¿La
salida de un barco como el Las Palmas de Gran Canaria es
segura?. Los expertos, capacitados para decidir sobre esto,
consideran una seguridad total, porque de lo contrario no se
permitiría su salida. Ahora bien, esa seguridad, a mí
personalmente, me aterra y salvo que un día me viera en una
necesidad extrema, yo en condiciones como las del domingo o
el lunes no me embarcaría jamás.
Capitanía Marítima, que de esto sabe más que entre todos los
demás expertos juntos, no se arriesgaría jamás a que un
barco saliera, si no ve un 100% de seguridad. Y he dicho
seguridad, no incomodidad, porque estas situaciones son las
más incómodas que puede tener uno en un viaje, aunque sea de
tan sólo 14 kilómetros escasos.
Ahora, tras el tiempo de rigor, de ascenso y descenso del
levante, volverá la calma, ya veremos por cuanto tiempo, al
estrecho, no sé si con sol o sin ello, no sé si con agua o
con sequía, pero lo que sí podemos asegurar es que, tras el
tiempo de lluvias, frío y viento que hemos soportado, luego,
con dos días buenos, meterte de lleno en temporal de levante
es como tener que soportar un castigo, esperemos que los
defensores de los animales no digan que por el “pecado” que
cometió Mabel Deu al hablar del “demonio y los toros”.
Vientos de fuerza 7 – 8, con rachas, a ratos, muy molestas y
peligrosas para la navegación y Ceuta, mientras tanto,
cubierta por nubes de “panza de burro”, que nos vuelve a
meter en pleno invierno. Esperamos que el sol vuelva a
brillar pronto.
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