En “Martín Fierro”, el épico poema
gaucho, hay una elocuente estrofa que entonaba con su
peculiar y rasgada voz, en la dorada década de los setenta,
el cantautor argentino Jorge Cafrune: “La ley es tela de
araña, en mi ignorancia lo explico. No la tema el hombre
rico, nunca la tema el que mande, ¡pues la rompe el bicho
grande y solo enreda a los chicos”. Obscena realidad que
bien pudiera aplicársele a dos casos con líneas paralelas en
los vericuetos de la justicia marroquí: el de Abubakr
Belkora, ex alcalde de Mequinés y el del taxista ceutí
Abselám Hamed Larbi, encarcelado en Uazzán.
Belkora fue apartado “a dedo” de la alcaldía de Mekinéz,
acusado de presuntas irregularidades en su gestión por
decisión personal del Gobierno de Abbas El Fassi, aplicando
de forma sectaria y torcitera el poder del que dispone.
¿Irregularidades…?. Me da la risa. Qué tengan el coraje
desde Rabat de aplicar, siquiera, la misma vara de medir en
el 90% de las “baladías” (ayuntamientos) del país… La
inusual medida (lo correcto, aunque solo fuera para salvar
la cara, hubiera sido llevar a Belkora ante los tribunales
de justicia) ha de verse en clave electoral, asustando el
Gobierno El Fassi ante la novedosa estrategia electoral del
PJD, abriendo las listas del partido a personalidades
independientes, del mundo empresarial y la cultura. El
objetivo está claro: cerrar el paso al PJD… mientras se
dejan las calles abiertas, por torpeza y mediocridad, al
galopante islamismo extremista. Con esta arbitraria medida,
depurando políticamente a Belkora, el Gobierno Abbas El
Fassi ha conseguido ya una cosa: enturbiar la limpieza de
las próximas elecciones municipales del 12 de junio, que
nacen viciadas de origen. Un golpe a la credibilidad del
Régimen marroquí e indirectamente al propio Rey, cuya imagen
se ve erosionada (y a mí eso me preocupa) por la burda
maniobra del gris y turbio Primer ministro, Abbas El Fassi.
Para hoy miércoles la secretaría provincial del PJD de
Mekinés ha organizado una polémica rueda de prensa en la
misma boca del lobo, la sede de la MAP (Maghreb Arabe Presse)
en Rabat.
¿Y la tremenda injusticia cometida con el inocente taxista
ceutí Abselám Hamed Larbi?. Ayer martes su esposa le visitó
en la cárcel de Ouazzán, donde lleva preso casi tres semanas
y el lunes, su cuñada y su hermano Abdelkader pudieron
reunirse en Rabat con el vicecónsul de España, quien les
transmitió todo el calor posible y la plena disponibilidad
de la diplomacia española que se ha puesto en marcha con
firmeza. Dos prestigiosas instituciones, la Guardia Civil y
la Gendarmería Real (bien valoradas a menudo en esta
columna), han demostrado en sendos y contundentes informes
la plena y absoluta inocencia del ceutí. Los colegas de
Abselám, los taxistas de la ciudad, han organizado para
mañana jueves a las 12.00 una prudente concentración de
apoyo en el “Muelle España”… y no en el sitio previsto
inicialmente, tranquilo Delegado Chacón. Y en El Tarajal, en
“Bab Sebta”… ¿cómo se lo están tomando?. Pues juntando las
piernas y apretando el culillo, porque el Fiscal del Rey y
desde Rabat empiezan a pedir explicaciones; seguro que
rodarán cabezas, a ver quien se come el marrón. Ahora
resulta que la culpa es técnica, “un Terminal estaba
averiado”. Ya. Pero resulta que el coche de Abdeslám ni
existe, “no estaba registrado”. ¿Sí?. Pues el oficial de
turno, esos que llevan el sello en el bolsillo, estampó el
mismo con su firma bien legible en el documento
correspondiente... ¡Libertad para Abselám!. ¡Abselám Hamed
Larbi en libertad ya!.
|