Es uno de los objetivos que se ha
marcado el Ejecutivo para facilitar los trámites y los
costes para la implantación de nuevos negocios en Ceuta a
través de una Ordenanza Reguladora de Licencias de
Instalación y Apertura o Funcionamiento de Establecimientos
y Actividades.
Con la medida se trata de paliar y aliviar la carga
burocrático que todo procedimiento de este tipo lleva
implícito, lo que derivaría en una abaratamiento de los
costes y, sobre todo acortar los plazos, lo que supondría el
requisito indispensable para hacer ágil el trámite. Es obvio
que aperturar un negocio lleva implícito una excesiva carga
burocrática que ahora se pretende dinamizar. Es cierto que
toda aportación a la facilidad para que el empresario acceda
a abrir cuanto antes su negocio implica un movimiento
económico favorable en general y es precisamente en el
aspecto en que la Administración local quiere incidir. De
momento se cuenta, no podía ser menos, con el apoyo de la
representación empresarial que ya demandaba alguna medida
parecida. Ahora deberán ser los partidos de la oposición y
estos agentes sociales los que aporten durante el periodo de
exposición pública que ha de haber antes de iniciar el
proyecto definitivo.
Ya explicaba el consejero de Fomento de la Ciudad Autónoma a
este medio que lo ideal es poder otorgar una licencia de
apertura en el espacio de un mes. Actualmente este proceso
se alarga casi seis meses.
Un nuevo modelo de solicitud ajustado al nuevo texto
normativo intentará abordar con más celeridad un trámite que
a veces se torna tortuoso para el emprendedor que ha de
enfrentarse a ciertas obras de ajuste en un local
determinado. La máxima de diligenciar con dinamismo los
trámites administrativos y acortar el proceso burocrático
lleva implícito una carga positiva que debe agradecer tanto
el administrado como el Ejecutivo por lo que ahorro supone
la reducción de trabajo, sin perder eficiencia.
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