Ángel Gutiérrez acaba de dejar la secretaría general de CCOO-Melilla
tras desempeñar en los últimos cuatro años un papel clave
que ha permitido a este sindicato pasar página a los
numerosos problemas que arrastraba y mirar por fin el futuro
con optimismo. Con la satisfacción del deber cumplido, ahora
es el propio Gutiérrez el que pasa página en lo profesional
y lo personal: aparca la trayectoria de varias décadas como
sindicalista activo para disfrutar de su recién estrenada
condición como jubilado. Porque Ángel Gutiérrez tiene ya 64
años, aunque no los aparente, 16 de los cuales los ha vivido
en Melilla.
Acaba de dejar el liderazgo de la Unión Provincial de CCOO
en Melilla para dar paso a una nueva Ejecutiva con un nuevo
secretario general. ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de este
tiempo como máximo responsable del sindicato?
- Lo más duro, quizá, ha sido llevar la responsabilidad
puesta, asumida y sobre los hombros todos los días y todas
las horas que dura el mandato, lo que te obliga a tomar
medidas sobre tu comportamiento personal para no quebrar la
imagen de lo que representas.
Lo mejor, el orgullo de representar a un sindicato de clase
como CCOO, sobre todo para los que como yo hemos dedicado
muchas horas desde los tiempos de la clandestinidad y al
represión franquista. Llegar a dirigir ese sindicato que un
día ayudaste a crear y a nacer, es un orgullo.
- ¿Cuáles son las razones que le han llevado a tomar la
decisión de no presentarse a la reelección como secretario
general?
- En primer lugar, porque yo entré para una tarea concreta,
que era poner orden en el sindicato y desarrollar una labor
como figura de transición.
Hecha esta misión, el sindicato debe seguir su cauce normal.
Además, tengo 64 años, estoy jubilado, y creo que ha llegado
el momento de que asuma esa etapa de la vida, que yo creo
que es interesantísima.
- ¿Va a seguir ligado a la acción sindical ahora que ya no
es secretario general de CCOO, o piensa pasar a un segundo
plano y dejar esa labor a las nuevas generaciones que vienen
pisando fuerte?
- Todo el que termina, acaba, y por tanto, debe seguir su
camino, no quedarse y entorpecer. Las vidas personales, a
veces, se cruzan con las necesidades institucionales, pero
cuando esto termina, la institución sigue y la vida personal
continúa. Yo no me desligaré del sindicato, porque llevo en
él desde el año 72. Me marcharé de Melilla por los conceptos
de tributación y remuneración que hay establecidos a los
jubilados en la ciudad, que se nos reduce a la mitad y eso,
a los que no somos de aquí, nos limita la libertad de
movimientos. Esta circunstancia, que debería cambiar, ha
supuesto para Melilla una pérdida constante de población
asentada y con poder adquisitivo que afecta al sector
económico de la ciudad.
- Vd. ha dicho que su misión en el sindicato había sido como
una figura de transición. ¿Cuál ha sido esa labor
exactamente?
- Yo llegué a la secretaría general por la puerta de atrás.
Por las circunstancias especiales que había en el sindicato,
asumí la responsabilidad de CCOO el 31 de marzo de 2005. Ha
sido una etapa de transición en la que hemos intentado
actualizar el sindicato y modernizarlo. Hemos implementado
el uso de las nuevas tecnologías, hemos puesto
transparencias y organización en las finanzas, hemos
desarrollado reglamentos para el funcionamiento de las áreas
de CCOO y se ha reforzado la democracia interna del
sindicato. Hemos crecido en afiliación y delegados y hemos
mejorado la imagen corporativa y el respeto institucional.
- ¿Cree que CCOO ha superado los problemas que hace unos
años le llevaron a perder una gran fuerza representativa en
Melilla, y está lista para afrontar un futuro más optimista?
- Sí, los hemos superado. Ya lo he comentado antes: la
economía está saneada, la afiliación ha subido un tercio
hasta alcanzar los 2.000 miembros, y los objetivos de
estabilizar y hacerlo viable desde la perspectiva técnica y
económica se han conseguido.
- ¿Por qué CCOO es el sindicato mayoritario en todo el país,
pero en Melilla no termina de superar el nivel de
representación de UGT?
- Supongo que son varios los factores que influyen, entre
otros la ideología dominante de la ciudad, que no es
proclive al pensamiento originario de CCOO y de donde
nosotros venimos y nacemos, que fue el Partido Comunista.
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