PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - LUNES, 16 DE FEBRERO DE 2009

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

¿A qué viene esto?

Por Nicolás Fernández Cucurull


Es el domingo 15 de febrero de 2009; por la mañana, como es mi costumbre y mi obligación, dada mi actual condición de cargo público electo, me dispongo a dar un repaso a la prensa local y nacional. A poco de empezar se me atragantan las tostadas cuando leo en el diario “El Pueblo de Ceuta” en un artículo firmado por J.L. Navazo la siguiente frase textual “Precisamente el no saber mantener la boca cerrada y largar algunos exabruptos particularmente críticos sobre la Casa Real marroquí por parte de Fernández Cucurull, el conocido político “popular” de esta ciudad, parece que la habría costado a su empresarial familia (los Cucurull) el cierre en falso (con portazo incluido) de un jugoso y millonario negocio con los vecinos de más allá de El Tarajal. Lo que les digo”.

En fin, como ya he tenido sobradas pruebas desde que decidí participar en la vida política, eso supone carta blanca para que cualquier indocumentado publique mentiras e infundios sobre mí, sin que puedas acudir al más mínimo amparo judicial (lo digo por experiencia: un indeseable me dijo prevaricador, y el juez lo absolvió diciendo que no era la imputación de un delito, sino “crítica política”). Así que esta vez no acudiré a los tribunales para no perder el tiempo y el dinero. Pero, aunque solo sea para evitar aquello de que el que calla otorga, me gustaría dejar claras algunas cosas y solicitar, encarecidamente, una rectificación, si es que al aludido articulista le queda algo de decencia.

En primer lugar, desafío a cualquiera a encontrar una sola declaración pública mía en la que mencione a la Casa Real marroquí, con exabruptos o sin ellos. Salvo que entienda que las críticas al Gobierno de Zapatero por no defender con firmeza la posición española sobre Ceuta frente a las reclamaciones marroquíes son un exabrupto. Muy al contrario, lo que siempre he defendido es que las buenas relaciones entre España y Marruecos, siendo un objetivo irrenunciable, son plenamente compatibles con la defensa de los respectivos intereses. Así que, primera y flagrante mentira.

En segundo lugar, sobre mi “empresarial familia, los Cucurull”, y aunque no me guste hablar de mi vida privada, que he mantenido escrupulosamente separada de mi actividad política, les voy a contar sus grandes negocios: el apellido Cucurull llega a Ceuta con mi abuelo materno, que era empleado de una sastrería; lo continúan sus hijos, tres varones, uno, ya fallecido, empleado de mi padre y que, en los últimos años de su vida, se hizo cargo del servicio técnico de la marca de electrodomésticos que distribuye la empresa de mi padre; otro, mecánico, que hace ya muchos años se fue de Ceuta; otro, encargado del almacén en la empresa de mi padre; y la única hija, mi madre, ama de casa. Como puede apreciarse, auténticos potentados. Por tanto, supongo que, aunque habrá oído campanas sin saber donde, el señor Navazo se refiere a mi padre, que fue el que creo la empresa “Fernández y Cucurull S.L.”; el segundo apellido viene, obviamente, de su mujer, mi madre. Pero tampoco crea que mi padre es ningún marqués; es hijo de un empleado de una confitería represaliado por el régimen franquista tras la guerra civil, y que tuvo que buscarse la vida desde su adolescencia, hasta llegar, con mucho esfuerzo y dedicación, a crear esa pequeña empresa familiar que le ha permitido vivir sin penurias, aunque desde luego sin “jugosos y millonarios negocios”. Por cierto, mi padre (que tiene de Cucurull lo mismo que el señor Navazo, aproximadamente), no ha tenido jamás negocios en Marruecos (sin que esto suponga una crítica para los que lo tienen, sino la constatación de un hecho), si exceptuamos que en su juventud, y antes de establecerse por su cuenta, fue empleado de una empresa que tenía actividad en la zona del protectorado (mi padre nació en Tetuán). Así que, segunda y espectacular mentira, pues difícilmente se puede dar un portazo a quien no ha tenido nunca relaciones empresariales “con los vecinos de más allá de El Tarajal”, si exceptuamos los clientes que vienen a Ceuta a comprar, como pasa en la práctica totalidad de las empresas ceutíes.

Por último quedaría por resolver cuál es la causa de que el señor Navazo haya publicado esas dos mentiras sobre mi y mi familia, y aquí, obviamente, solo cabe hacer suposiciones. Una, que el señor Navazo es un inconsciente, que publica el primer chisme que le cuentan o lo primero que se le pasa por la cabeza. Si es así, va a ser difícil que tenga arreglo, porque lo veo ya muy crecidito como para cambiar. O segunda, que forme parte de una nueva campaña de desprestigio hacia mi persona, como ya las ha habido en el pasado; la única verdad del ponzoñoso párrafo de marras, es que yo no sé mantener la boca cerrada; al menos no mientras esté en política, pues tengo la costumbre de decir en voz alta lo que pienso sin doblegarme, lo que me ha constado, a mi, y desgraciadamente a mi familia, ser objeto de calumnias y maldades difundidas mediante el rumor. Si fuera está segunda la explicación, ya aviso a los que estén detrás que no me van a arrugar. Por cierto, ¿tendrá todo esto algo que ver con que el próximo martes se constituye el grupo de amistad entre el Senado de España y la Cámara de Consejeros de Marruecos, y el Grupo Popular me ha vuelto a incluir como miembro del mismo, como sucede desde el año 2000?

Afortunadamente, mi vida y mi patrimonio personal son claros y transparentes; viví de mi sueldo de PROCESA antes de dedicarme a la política, y del de Senador desde que me dedico a ella; seguiré todo el tiempo que yo quiera, mi familia me lo permita, mi partido me proponga y los ceutíes me elijan. Y los negocios de mi padre son igualmente claros y transparentes, y en nada se mezclan con mi actividad política. Si quieren meterse conmigo, háganlo, que ya sabré responder. Pero dejen en paz a mi familia. Lo que les digo.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto