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OPINIÓN - LUNES, 16 DE FEBRERO DE 2009

 

OPINIÓN / DICCIONARIO IDEOLÓGICO DEL ISLAM

Califato (II): semblanza histórica (25)
 


José Luis Navazo
yebala06@yahoo.es

 

Una vez muerto Mahoma y al no dejar sucesión fue elegido Abú Bakr (padre de Aisha, la preferida del Profeta), quien junto a los tres siguientes califas inauguró el periodo de los “Rachidún” o Bien Guiados (632 a 661 de la Era Común): Abú Bakr muere combatiendo mientras que Omar Ibn Yatab, Otmán Ibn Affan (ambos yernos de Mahoma) y Alí son asesinados. Tras la muerte del último el naciente árbol del Islam se desgaja en tres grandes ramas: el Sunnismo, el Shiísmo y otra escisión radical de éste, el Khariyismo (del que ha sobrevivido la corriente del Ibadismo). Tras la derrota de Alí (no aceptada por los suyos), Mouaiyaj Ibn Abu-Sufian, wali de Damasco, proclama el Califato Omeya (661-750), que es sustituído por el Califato Abasí (750-1258) tras el alevoso asesinato de 80 príncipes omeyas a excepción del joven Abderrahmán, quien logra huir hasta Al-Andalus (la España musulmana) donde fundaría el Emirato Omeya de Córdoba (756).

Después de una gran revuelta el nuevo Califato abasí fue entronizado (749) en la mezquita-aljama de Kufah (Irak), donde se traslada el nuevo centro de gravedad del Islam sunní hasta que en el 762 se funda Bagdad (“Madinat al Salam”, Ciudad de la Paz). Tras tres siglos de esplendor comienza la decadencia, cuya agonía se prolonga durante algo más de doscientos años. Pese a todo el poderío abasí el proceso de desmembración y “fitna” (división) fue constante: en Al-Andalus, el Emirato primero (756) y el Califato de Córdoba después (929) fundado por Abderrahmán III entroncando con la legitimidad omeya, se hacen independientes política y espiritualmente de Bagdad; en el Maghren nacen las dinastías Idrisí (de ascendencia shií, Marruecos 788-974) y Aglabí (Túnez, 800-909); Egipto-Siria caen bajo los Tuluníes (868-905) y, tras un breve interregno abasí de treinta años, se abre paso la dinastía de origen turco de los Ijshid (935-1171) que originan el Califato Fatimí (de ideología shií), al que substituye el Sultanato Ayubí fundado por el kurdo Saladino (1171-1252), el gran vencedor de los Cruzados en los Cuernos de Hittín (Galilea) que es barrido, a su vez, por el Sultanato-Califato Mameluco de El Cairo (1260-1520). Finalmente la gran invasión mongola de Hulagú, nieto de Gengis Khan, debeló a sangre y fuego Bagdad (1258) arrasando el Califato Abasí, fundando los mongoles en Persia tras convertirse al Islam la dinastía de los Ikanes (1256-1353).

En el Mediterráneo Occidental y tras la desaparición en Al-Andalus del Califato Omeya (1031), toman el relevo los Reinos de Taifas que son absorbidos primero por los Almorávides (1125-1269), dinastía bereber procedente del Sahel y Senegal que no obstante reconoce la autoridad espiritual del Califa Abasí y más tarde por los Almohades (1130-1269), “Los Unitarios”, surgidos de las tribus bereberes Masmudas del Atlas marroquí; su fundador, Ibn Tumart, se proclama “Mahdi” y reclama el Califato.

Finalmente en 1290 (y hasta ser abolido por Mustafá Kemal em 1924) se desarrolla el Califato Otomano basando su expansión, como en los primeros tiempos de los Califas “Rachidún, mediante la expansión militar y el botín de guerra. En 1453 Mehmet II debela la Constantinopla bizantina, desde entonces Estambul, islamizando por la fuerza buena parte de Europa (Grecia y los Balcanes) y sometiendo el Maghreb, a excepción de Marruecos.
 

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