La celebración de la vigésimo
edición de la Mejilloná ha traído como consecuencia el
pistoletazo de salida para el inicio oficial de las fiestas
de Carnaval 2009 en la ciudad que, pese a la crisis,
mantiene el interés de cumplir con una tradición que fue
tomando forma, de manera cada vez más consistente, desde el
retorno de la democracia a nuestro país. De modo que el
ambiente, el interés y las ganas de los que participan
activamente de las fiestas mantiene viva la llama del Dios
Momo en cada febrero.
Más de un millar de ciudadanos disfrutaron ayer de la
primera actividad oficial programada por la viceconsejería
de Festejo en relación al Carnaval. La Mejilloná es sólo un
mínimo adelanto de lo que será más adelante el ambiente de
las carnestolendas ceutíes, con especial atención a la final
de agrupaciones carnavalescas que se vivirán en el ya mítico
‘Siete Colinas’ que, por cierto, ha colgado ya el cartel de
‘no hay billetes’ dado que en sólo unas horas se acabó el
papel de entradas que la pasada semana se puso a la venta.
Es decir, como cada año, por estas fechas Ceuta muestra sus
especiales ganas de vivir las fiestas de don Carnal. Es
febrero y con él el disfraz, la ironía y crítica de las
letras de las agrupaciones, o de los grupos de calle toman
el protagonismo de la actualidad que se genera en este
tiempo.
En cualquier caso es una necesaria toma de oxígeno puro ante
una situación de penosa crisis que hace peligrar la
estabilidad de excesivas familias en la ciudad por la grave
fluctuación hacia el alza que se percibe cada día en el
número de parados en Ceuta.
Las medidas anticrisis anunciada por el Gobierno local,
bienvenidas, si con ello se logra reactivar y dinamizar la
economía y con ella realzar la calidad de vida de los
ceutíes. Crisis que no repercutirá, y no será óbice -ya lo
verán- en las ganas de fiesta y de carnaval de la sociedad
ceutí en general por ser ésta una forma bastante decente,
por cierto, de soportar momentos crudos que afectan
notablemente a la socioeconomía de la ciudad, y el carnaval
es una vía de escape.
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