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OPINIÓN - DOMINGO, 15 DE FEBRERO DE 2009

 
ANÁLISIS

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


LUNES. 9


Ayer nos fue comunicado el fallecimiento de Manolo Jiménez. Y en mi casa lloramos todos. Derramamos lágrimas por un hombre a quienes los míos le deben muchísimo. Y, dado que yo sé lo que hizo por ellos, cuando ni siquiera yo pensaba residir aquí, sentí el dolor por la muerte del amigo. Del amigo que un día, saltándose a la torera los prejuicios de la época, dio muestras de tener más valor que el Guerra (me refiero al torero). Un día antes de lo suyo, estuvimos hablando por teléfono con él. Ya que sabíamos que había estado cierto tiempo bajo observación médica. El tiempo que yo no he podido verle por la calle y disfrutar de su conversación. Algo que hacíamos casi a diario. Siento la enorme tristeza que embarga a Paz, su extraordinaria esposa. Pero siempre le queda la satisfacción de contar con el amor que le profesan sus hijos: Bárbara, Enrique, Manolo y Jorge. A todos ellos, me permito recordarles que su padre fue un hombre bueno; bueno, de verdad. Porque así lo avalan sus hechos en esta vida.

MARTES. 10


La mañana es espléndida y doy mi acostumbrado paseo por el centro de una ciudad que está más bonita cada día. Lo digo, una vez más, porque sé que referirlo le fastidia a los clásicos y conocidos reventadores profesionales. Y al pasar por delante de una perfumería, me da por mirar hacia dentro y descubro que ella está allí. Ella es África Ávalos. Una mujer que no sé cómo se las apaña para mantener ese aspecto juvenil tan destacado y natural que luce. África ha sido compañera de trabajo hasta hace nada. Y, aunque la conocía desde que era una niña, el tiempo que la he tratado en la sede de ‘El Pueblo de Ceuta’, me ha servido para apreciarla aún más. Así se lo he dicho en cuanto la he abordado para saludarla. Y ella, tan afectuosa como siempre, no ha dejado de sonreír y de contarme cosas de su nuevo empleo. Porque a mi amiga lo que de verdad le gusta es organizar fiestas: celebraciones de bodas, bautizos, aniversarios... Y, según me dice, está trabajando en sitio que le permite desarrollar actividades que le agradan sobremanera. Y le deseo lo mejor. Faltaría más.

MIÉRCOLES. 11


Llevo varios días tratando de hablar con Diego Sastre. Pero la suerte me es esquiva. Cuando llego al sitio donde debo encontrarle resulta que él no está allí. Es decir, que nunca acierto yo. El motivo de querer verle es para que me explique, aunque sea por encima, cómo está viviendo el éxito conseguido como hacedor, junto a dos compañeros más, del Stand de Ceuta en FITUR. Éxito que me ha sido corroborado por varias personas que estuvieron en la Feria. Hoy tampoco he podido preguntarle a Diego, pero he tenido la fortuna de hallarme con Hamadi Ananou. Un artista del daguerrotipo. Y éste, siempre tan dispuesto a pegar la hebra conmigo, me explica minuciosamente todo lo concerniente al Stand por medio de imágenes espléndidas. Cierto es que el éxito estaba asegurado desde el preciso momento en que Diego Sastre, Antonio San Martín y Hamadi Ananou ganaron el concurso. Pues bien, a pesar de eso, me consta que han sido capaces de superar lo que se preveía. Así se lo hago saber al hombre que me atiende, ante la ausencia de Diego. Hamadi, además de ponerme al tanto de lo ocurrido en FITUR, me regala dos calendarios con vistas de Ceuta. Joyas auténticas.

JUEVES. 12


Cada vez que puedo, y puedo dos o tres días a la semana, visito el restaurante La Pérgola. Porque suelen atenderme muy bien y porque me agrada el ambiente que reina en el local. En esta ocasión, cuando estaba a punto de irme, llegó Pedro Orozco. Saludando con esa alegría desbordante que tiene y que transmite dondequiera que esté. Y, claro, me detengo a charlar con él unos minutos. Charla en la cual participa también Miguel Ángel Vallejo. Pedro, como ustedes saben, y si acaso no es así, yo no tengo el menor inconveniente en decirlo, es además de arquitecto técnico un artista consagrado en el mundo de la pintura. Por más que él, cuando se le toca el asunto, trate por todos los medios de no darse por enterado o bien termina respondiendo poco más o menos que no deja de ser un diletante de los pinceles. En estos momentos, Pedro está exponiendo sus acuarelas en la Galería Fundación Ginés Pagán en el Muralla. Exposición que se puede visitar hasta el día 16. Pero al margen de que sea un extraordinario dibujante y un artista en todo el sentido de la palabra, a mí me parece que Pedro es, por encima de todo, un gran tipo. Una persona encantadora con la que da gusto conversar.

VIERNES. 13


Me preguntan por cómo me lo pasé en la tradicional Laconada de carnaval, celebrada por el Centro Gallego en la sala quinta del Hotel Tryp, el sábado pasado. Y respondo que muy bien. Mejor dicho: requetebién. Y quienes gustan de saber de qué manera transcurrió la comida, me recuerdan que, según la foto publicada en el periódico, los organizadores se preocuparon de sentarme a una mesa donde debí sentirme muy a gusto. La verdad es que sí. Por cierto, agradezco nuevamente el detalle que tuvieron los gallegos al ponerme junto a personas con las que siempre es una delicia conversar. Eso sí, lo que no me fue posible es compartir la cuchipanda con Francisco Márquez, a quien habían colocado a mi vera. Y todo porque el consejero de Hacienda estaba de viaje. Y os digo, señores, que me hubiera gustado haber podido conversar con él. Ya que me han celebrado, más de una vez, el saber estar de Márquez. Y nada más terminar mi parrafada, quienes me oían, me confirmaron que con FM da gusto hablar. Que suele dar pruebas suficientes de tener una educación exquisita. Y que no se anda por las ramas cuando se trata de responder a cualquier problema que se le plantee. En fin, que los contertulios empezaron con la guasa a tirarme de la lengua acerca de la Laconada y acabaron haciéndole el artículo al consejero de Hacienda.

SÁBADO. 14


Me topo con Pepe Sillero en la calle Jáudenes. Y, como siempre que ello ocurre, nos ponemos a charlar. Pepe es buen lector de periódicos. Y me consta que se pirra por éste. Y hasta se entretiene en recortar lo que cree más interesante de ‘El Pueblo’ para enviárselo a quienes, según él, le solicitan esos recortes para coleccionarlos. No es la primera vez que nos vemos y me los enseña, como hoy. Hoy, además, tras intercambiar las primeras palabras, he visto a Pepe algo preocupado. Por culpa de esos alifafes que a veces se empeñan en cambiarnos el ritmo de vida que solemos llevar. A partir de ahí ya hablamos lo justo y sólo me dediqué a darle ánimos para que no decaiga lo más mínimo y siga barzoneando como acostumbra. He estado a punto de llamarlo para que me contara si la prueba de esfuerzo que le han hecho ha respondido a esa vitalidad suya y a esa mala salud de hierro que él tiene y que todos deseamos tener. Pero no me ha sido posible encontrar su teléfono.
 

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