Circular con moto por las
carreteras y calles catalanas es una auténtica odisea cuando
uno es un conductor normal, o séase que no quiere imitar a
Pedrosa ni Rossi, y se encuentra con mentecatos que van
también a dos ruedas y que circulan con maniobras
escalofriantes.
Pase que circulen entre carriles, entre el reducido espacio
que dejan coches y camiones que circulan en paralelo; pase
que adelanten a uno a escasamente 20 cm… pero que traten de
colarse en una larga cola de coches circulando por el carril
de dirección contraria ya es el colmo y como era de esperar
fui testigo del accidente. Menos mal que el loco chaval
motorizado sólo se hizo un corte en el brazo.
Bueno, tan locos conductores merecen un rapapolvo, como lo
merece el ínclito Mariano Rajoy que ha sido capaz, una vez
más, de meter la pata hasta la rodilla por no escribir de
corvejones.
Tratar de recusar a un juez con la petición de personarse en
la causa por indefensión… suena a folletín rufianesco dentro
de un ruedo como el de los enanos toreros, que estos me
perdonen, cuando la actuación del juez va encaminada hacia
personas privadas y no hacía el PP.
Aparte de eso, está lo que está demostrando los
conservadores del PP con sus actuaciones ante las
investigaciones: parecen que dan la impresión de que tienen
miedo a que salgan más chachullos y éstos salpiquen a más
gente demasiado cercana a la cúpula pepera. Otra explicación
no la tiene, por cuanto eso de quejarse porque el ministro
de Justicia se fue de caza y el juez también (¡¡además ambos
invitados por un pepero!!) no cuela después de setenta años
de vigencia de La Escopeta Nacional.
Tampoco cuela que el juez haya pertenecido al Gobierno
cuando Felipe González. Entró como independiente y salió con
un montón de papeles con los que metió en la cárcel a no
pocos socialistas por corrupción.
La intención del PP de apartar al juez de la causa que
instruye y en la que ya figuran 37 imputados es para que se
sonrojen todos los diputados. Por ello, al anunciar el
propio juez que ve serios indicios contra aforados de ese
partido… el canguelo corre deprisa y hacia arriba.
Lo siento de verdad por mis amigos, muchos de ellos
simpatizantes del PP, pero cada vez mis artículos se van
llenando de razón. Me refiero a artículos anteriores
publicados en nuestro periódico y en los que barruntaba
comportamientos y crisis políticas de envergadura. Si se
molestan en hacer un repaso al conjunto del archivo de
nuestro rotativo lo comprobarán.
Con todo, la actuación del PP deja a las claras una cosa: no
son demócratas.
Han actuado como actuaron ciertos personajes un 23 de
febrero cuando vieron que sus chanchullos se iban a la cosa
esa de color marrón.
Ahora bien, una vez comenzado éste asunto de la corrupción
política, de la que no se puede ni debe salvar nadie, se
entra de lleno en una pauta en la que tiene que sustentarse
el comportamiento de todos los políticos de todos los
partidos, incluso del que está en el Gobierno. Lo ético,
ahora mismo, sería que si un político asume su
responsabilidad de ser corrupto solo le quedaría el camino
de dimitir antes de que salga el escándalo a la luz, aunque
después lo pille el juez, así no perjudicaría a su partido…
pero no, es demasiado jugoso el fruto que tienen ante sus
narices como para hacerle ascos y además con su creencia de
sentirse prepotentes…
Bueno, así y todo, ya va siendo hora que cambiemos de
mentalidad y miremos al futuro con la esperanza bailando
sobre nuestras cabezas. Somos un país fuerte, ¿he escrito
fuerte?, si no estamos unidos dentro de la más pura
solidaridad no podremos ser fuertes… si encima un alto
ejecutivo bancario cobra 30 millones de euros anuales en el
país de los mileuristas, ya me dirán Vds.
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