Con mi más profundo respeto, me van a permitir utilizar la
ironía para comparar, con insalvables distancias, el
parecido entre cierto personaje de la ciudad y la Santísima
Trinidad. Si a alguien ofende esto, les presento mis
disculpas y les pido perdón, pero repito que es a modo de
ironía y reconociendo la existencia de la Santísima
Trinidad.
La primera similitud es evidente, tres “cargos de dirección”
bajo la misma persona ¿Es que no hay otras personas capaces
en ninguna de las tres instituciones? ¿Es que no confía en
nadie como su sucesor? ¿No está ya cansado? ¿Tiene
habilidades de super-hombre para llevar los tres cargos como
se merecen?
Otra similitud, es la “capacidad de realizar milagros”,
porque créanme, a mi esto de denuncias pasados varios años,
me suena a algo no muy habitual. Además, como no he de dudar
de su palabra, y conociendo que ciertos aspectos
programáticos de su partido político suenan a pura fantasía,
debe tener la posibilidad de realizar milagros para
llevarlos a cabo. Si no ¿Por qué iba a prometerlos?
La analogía continua con ser, en este caso cree mucha gente
que es “todopoderoso”, de hecho, algunas listas lo
consideran como una de las personas más influyentes en
Ceuta. Aunque, dicen las malas lenguas, que esta sensación
de omnipotencia parece haber mermado mucho tras la valiente
actitud del Viceconsejero de Recursos Humanos, con las
bolsas de trabajo.
Una última similitud es la “eternidad” en los “cargos”.
Ambas personas tienen una larga historia, una por su bondad
y amor, y otra por tachar con una regla las últimas cifras
de un presupuesto, lo que dice mucho de su capacidad como
gestor de recursos económicos, y otras historias de su mala
gestión cuando fue, hace ya mucho pero insuficiente tiempo,
concejal en nuestro Ayuntamiento. Que conste que esto es una
opinión mía… y de la de muchos ceutíes que nunca más
volvieron a votarle.
Es curioso también, el parecido en las actitudes proféticas,
ambos prometen el “Eden” si les seguimos. Lo único que
ocurre es que el concepto de Eden cambia mucho. Para uno, es
la felicidad y el amor completo, para el otro, es una
quimérica, por imposible, inestable, insolidaria, e
inviable, ciudad.
También se asemejan en que creamos en su palabra, sin más. O
al menos eso parece ser que eso le ha dicho al fiscal.
Aunque aquí hay que decir que una tiene una credibilidad
infinita y la otra cada vez menos.
Quiero terminar diciendo una gran diferencia entre ambas, la
Santísima Trinidad es reconocida por la humanidad. Nuestro
avezado vecino es reconocido por ¿50 militantes? Claro que,
a partir de ahora con sus nuevos aliados le va a ir mucho
mejor. Ya lo veremos …¿o no?
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