Desde siempre, Ceuta ha estado
ligada al deporte, en todos los aspectos que uno haya
querido tocar. Basta con darse un paseo por la mañana, a
media tarde o al ir anocheciendo, para encontrarte con
docenas de personas, de todas las edades tratando de no
perder la forma, bien en dirección a la frontera o hacia San
Amaro, por poner dos direcciones muy utilizadas.
Esto entre personas con edad, todavía, para practicar
deporte y entre personas que ya, por sus años, lo único con
lo que se atreven es con dar una larga caminata, si es
posible a diario.
Además y aquí es donde están los primeros pasos para poder
llegar a ser deportistas de élite, o simples aficionados, no
hay en ninguna barriada en la que, con mejores medios o con
lo mínimo indispensable, ya con la tarde caída o entrada la
noche, no nos encontremos a algún grupo de chavales muy
jóvenes u otros de más edad que se estén ejercitando para en
la jornada siguiente, en la modalidad que sea y en la
categoría en la que estén, puedan dar buena cuenta de sus
adversarios.
Naturalmente que, con una población así, y aunque la
climatología no suele ser muy dura en el invierno – lo de
este año es una excepción – se necesitan unas instalaciones,
cuando menos, medianamente acondicionadas, para que los
chavales puedan entrenar, puedan competir o, lo que es lo
mismo, estén haciendo deporte en vez de dedicarse a otras
cosas menos saludables.
Echando una mirada a la situación de Ceuta en este sentido,
no se puede decir que tenga más instalaciones que nadie,
pero tampoco, en esto hemos de ser realistas, va a la cola.
Haciendo un pequeño recorrido y con las limitaciones que
podemos tener en este espacio, hay que decir que para una
población de unos 100.000 habitantes, si es que los hay, y
con el clima de aquí, tener tres polideportivos cubiertos,
además de otro que será terminado, antes de que hayan dado
con el nombre ideal que quieran ponerlo, no es algo que
tengan, por ejemplo, Palencia, Burgos, la propia Salamanca y
no digamos Ávila o Soria.
Además hay otras varias pistas, que sirven para poderlas
utilizar, si es que se cuidan de verdad y no se las deja al
amparo del gamberro de turno que llegue por allí a destrozar
lo que encuentre a su paso.
Veo que la consejera de deportes, en su visita a Zurrón
asegura que esta barriada recuperará su polideportivo.
Naturalmente, en las inmediaciones de esta barriada, una de
las barriadas típicas y sanas de Ceuta, en muy pocos metros
había dos, digamos que “mini polideportivos”, además de
tener a muy poca distancia, también, el campo José Benoliel.
Alguien me puede decir que esas pistas están en mal estado,
lo primero porque no se han renovado, además de por llevar
ya muchos años construidas. Eso es cierto, pero si desde las
propias barriadas se aborda el asunto de la seriedad y se
toman esas instalaciones como algo propio, para usarlas, no
para mangonear el cacique de turno, a lo mejor nos
encontramos con que tenemos muchas más instalaciones de las
que estamos diciendo, aunque siempre hará falta alguna más.
Yo creo que en Ceuta, ahora mismo, no faltan instalaciones,
lo que falta y ha faltado es saber darlas el uso debido, y
muy especialmente haber atendido esas instalaciones como
había que atenderlas en vez de dejarlas “a la buena de
Dios”. Lo que más falta hace es saber dar el uso
conveniente.
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