Son las 13.00 locales (una hora
menos en Ceuta). Mientras aspiro sensualmente el tabaco de
mi vieja y apreciada pipa en el café de madera al extremo de
“La Corniche”, con el ventanal abierto cara a un terso y
azul Mediterráneo sobre el que hiende las aguas, con su proa
rocosa en la que luce un blanco y pinturero faro el abrupto
Cabo Negro, exhalo un leve suspiro de satisfacción después
de hablar con Abdelkader, el preocupado hermano de Abselám
Hamed Larbi, el ceutí injustamente encarcelado en la cárcel
marroquí de Uazzán y sobre el que esta columna les
informaba, en detalle, el pasado miércoles. Estoy contento
pues me consta que, a diferentes bandas, la diplomacia
española se está moviendo a fin de amparar debidamente a
este hijo de Ceuta. Su familia ya lo sabe e intuyo que es
mera cuestión de tiempo (esperemos que poco) que el bueno de
Abselám salga en libertad por la puerta grande. Algunos
funcionarios marroquíes se han equivocado de cabo a rabo y
de sabios es rectificar, pues cuanto más tiempo pase en la
prisión de Uazzán más cuestionada y tocada va a quedar la
justicia marroquí sin perjuicio de que, a posteriori, la
superioridad en Rabat ordene la apertura de una
investigación y la depuración de las oportunas
responsabilidades. En “Bab Sebta” deben a estas alturas
tener muy claro que no se pueden llevar esposado a un
ciudadano español así por las buenas, por la cara; la
Justicia marroquí deberá también ser muy consciente de ello.
Si errar es humano, corregir lo es aun más.
El abogado marroquí que se encarga del caso ya se ha
embolsado, de momento, 1.500 euros (16.000 dirhams al cambio
actual), un pequeño capital con el que bien puede acelerar
los trámites legales necesarios para la puesta en libertad
de su defendido. ¿Amparo diplomático?. Como ciudadano
español Abselám tiene todas las cartas a su favor, siendo
además a estas alturas conocedoras las autoridades de la
injusticia del oscuro e irregular procedimiento seguido en
Marruecos contra él. Esta misma mañana y camino de la
legación de Larache, el Cónsul General de España en Tetuán,
Javier Jiménez Ugarte, me confiaba telefónicamente su
conocimiento personal del asunto por esta columna y que, si
bien la jurisdicción de Uazzán es competencia de la Embajada
de España en Rabat (cuestión burocrática y de
procedimiento), había instruido a sus servicios para que, a
nivel humano, se pusieran a disposición de la familia.
Abdelkader, su hermano, ya está al tanto y aunque no he
podido verle la cara la línea de teléfono era hace poco
testigo del alivio de esta familia de bien enraizada en
Ceuta. Con la aportación de la documentación en toda regla,
la Justicia marroquí debería apresurarse a pedir disculpas
al inocente Abselám abriéndole inmediatamente las puertas de
la prisión de Uazzán. ¡Sin dilación!.
¿La sombra catalana…? ¡Ah sí!. Pakistán ha confirmado que
Javed Iqbal, uno de los sospechosos detenidos tras la
matanza del atentado de Bombay, habría llegado desde
Barcelona. En la Ciudad Condal también fue detenido el
pasado 20 de enero junto a cinco activistas más otro
paquistaní, Abdul Razzaz Sadiq: emboscado como militante
socialista había logrado infiltrarse alcanzando el puesto de
secretario de la Ejecutiva del PSC (Partido Socialista
Catalán) en Ciutat Vella. ¿Es Barcelona uno de los
epicentros de la “retaguardia terrorista” en España…
Ciertamente, igual que Ceuta lo es explícitamente de
“agrupamiento y tránsito”. Por cierto, ¿se habrían
incorporado recientemente algunos “viajeros” desde una
conocida barriada ceutí a la “yihad afgana”…? Tiren del
hilo.
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