Una vez más, y ya es condición
habitual, Vivas y Chacón han vuelto a entenderse para hallar
la solución a un asunto de interés general. El caso de las
pruebas de suficiencia eléctrica que había que llevarse a
cabo para comprobar la eficiencia de los equipos instalados
en el nuevo hospital de Loma Colmenar ha supuesto un escollo
que ha vuelto a salvarse con el mejor de los ánimos de
colaboración entre las dos administraciones, otra vez.
Las pruebas se llevarán a cabo, a la mayor brevedad posible,
por las medidas que se va a adoptar por parte de la Ciudad
Autónoma. En estos casos, la buena voluntad y la
disponibilidad es un añadido extraordinario para las
situaciones más o menos complicadas acaben por ser
encauzadas. Entre otras cuestiones de mayor importancia
porque el hospital tanto para una administración, la
central, como para la otra, la local, el hospital es un
asunto prioritario. Así que poco más ha de decirse.
Los vericuetos de índole técnico para proprocionar la
suficiente energía como para que la nueva instalación
hospitalaria se pruebe pueden estar ya solucionados.
Delegación del Gobierno, Ciudad Autónoma, Sepes y Empresa de
Alumbrados han desarrollado finalmente un sistema operativo,
estudiado desde hace un par de meses y concluído ahora, por
el que el nuevo hospital de Loma Colmenar podrá mostrar su
funcionamiento. Hay que tener en cuenta que el Gobierno de
la Ciudad no contrata, no ejecuta la obra de urbanización de
Loma Colmenar, es la empresa pública estatal, Sepes, la que
redacta el proyecto eléctrico y que llegó hace meses a un
acuerdo con la empresa de Alumbrados de Ceuta. Por lo que
sólo era necesario establecer mecanismos alternativos como
para redirigir todo lo previsto hacia un sólo punto teniendo
en cuenta que aún no están operativas en la zona ninguna de
las infraestructuras previstas. Y así parece que será. Fruto
de las conversaciones y del ánimo colaborador entre Chacón y
Vivas, Vivas y Chacón, hay solución y el nuevo hospital
tendrá su energía.
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