“Los policías se juegan la vida en determinadas acciones y
no es de recibo que no cuenten con los materiales adecuados
de comunicación”, ha criticado el representante sindical de
UGT en la Policía Local, José Miguel Antúnez después del
último incidente de ‘sombra’ en la cobertura de los equipos
de comunicación individual que llevan cada uno de los
agentes. “Hubo enormes problemas para contactar con la grúa
para retirar un vehículo en Prínicipe Alfonso, y no se pudo
coordinar una persecución porque no había forma de
intercomunicarse entre los policías”, señaló el sindicalista
tras un suceso ayer
Aunque el representante sindical de UGT en la Policía Local
reconoce que se están haciendo las gestiones para incorporar
el avanzado sistema ‘TETRA’ de comunicaciones,
tecnológicamente más avanzado que el que utiliza actualmente
el cuerpo local, demanda “una solución ya al problemas de
inseguridad que provoca las actuales zonas de sombra en la
ciudad para la actuación de los agentes cuando se encuentran
operando”.
José Miguel Antúnez habla así después de conocer el último
incidente suscitado en la mañana de ayer durante una
intervención policía en el barrio de Príncipe Alfonso en el
que varios agentes no tuvieron opciones de comunicarse
adecuadamente “ni entre ellos, ni con la central”, explicó.
De hecho, destacó la indignación del grupo de la UIR
actuante y en representación de los funcionarios del cuerpo
policial, afirmó que “mientras el consejero se sienta en un
cómodo sillón con su calefacción, los policías se juegan la
vida en la calle con materiales que son tan indispensables
como el de la comunicación, y eso ha de arreglarse de
inmediato”, dijo.
Antúnez, consultó al enlace del Centro de Proceso de Datos
para la Policía Local, el encargado de las comunicaciones.
“Me respondió que su equipo funcionaba perfectamente por lo
que le tuve que decir que me importaba bien poco que el suyo
funcionara bien, que los que verdaderamente tenían que
funcionar son los de los policías”, relató.
Persecución sin resultado
Un individuo se saltó un control de la UIR cerca del Tarajal,
en su huída golpeó ligeramente a un agente y emprendió con
su vehículo la huída al Príncipe. Se unió a la persecución
un zeta de la Policía Nacional, pero sólo se pudo recoger el
coche que finalmente abandonó. Los agentes quisieron
desplegarse para la búsqueda pero los ‘walkies’ no tenían
cobertura. Costó incluso contactar con la grúa para remolcar
el vehículo intervenido.
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