Días después de las famosas prediciones de la misnistra de
Formento, Magdalena Álvarez, esta semana se ha unido al club
de los metepatas el ministro de Industria, que no se le
ocurrió otra cosa que decir en público que al Gobierno se le
están acabando la paciencia con los bancos y que son los
culpables y artífices de esta crisis debido a la restricción
del crédito y que ellos deben de ser los protagonistas para
sacarnos de ella, a la par que aseguró que, si no lo hacen,
el Gobierno actuará en consecuencia. Realmente en ese
momento Sebastián se cubrió de gloria y ya han tenido que
salir a matizarle tanto Pepe Blanco como el presidente
Zapatero. La verdad que en ciertos momentos de la entrevista
realizada en el programa Espejo Público nos pareció ver la
viva estampa de Marlon Brando en su actuación en el Padrino.
Sátiras aparte, tras estas últimas declaraciones del
ministro de Industria y del presidente Rodríguez Zapatero,
desde NNGG queremos expresar que a los españoles sí se les
está agotando la paciencia a causa de un Gobierno que
desprecia a los parados. Los españoles estamos hartos de un
Gobierno que nos hace perder la paciencia maltratando a los
parados y despreciando a la gente que se está quedando sin
empleo.
Estamos viviendo un momento dramático. En el último mes de
enero, casi 200.000 personas han perdido su puesto de
trabajo, lo que hace que la tasa de paro ascienda a
3.325.000 parados en España. Un récord histórico. Una cifra
dramática y, lo que es peor, ya nos han advertido desde el
Gobierno que puede llegar a los 4 millones.
A nuestro juicio, que Zapatero y Sebastián echen ahora la
culpa a los bancos de todo lo que está ocurriendo responde a
una nueva estrategia de distracción, para decir a los
ciudadanos que el Gobierno no tienen nada ni saben que hacer
a la hora de controlar la pérdida de puestos de trabajo.
Para NNGG del PP ha llegado el momento de decir sin más
artificios, sin más ocultaciones y dejando de buscar
culpables, que si ahora los bancos españoles porque no dan
crédito, que si antes el Banco Central Europeo y las subidas
del Euríbor, que si todo es consecuencia de lo ocurrido en
EEUU, que si… El Gobierno es el auténtico responsable de
esta crisis económica y este deterioro económico
insoportable. El fracaso del Gobierno de José Luis Rodríguez
Zapatero, la crisis económica, el desencanto social, lo
tenemos que superar todos los que estamos aquí.
Reiteramos que hay que abordar la situación con valentía y
coraje. Hoy no podemos ser cobardes, tenemos que ser más
valientes que nunca ante la cobardía del Gobierno, para
añadir que en este momento es necesario hacer reformas
estructurales “de calado” y generar confianza en la sociedad
española, ya que la actitud y postura de nuestro
‘queridísimo y virtuoso’ vicepresidente económico, el señor
Solbes, de arrojar la toalla y decir que en esta crisis ya
no hay margen.
El ministro de Economía, Pedro Solbes, ya ha reconocido que
en 2008 España ha rebasado el 3% de déficit público fijado
por la normativa europea. El Gobierno asume que 2009 será
peor en todos los parámetros económicos y, al situar
cualquier posible recuperación como muy pronto a finales del
año, José Luis Rodríguez Zapatero ya ha reconocido que su
plan de reactivación de la actividad servirá sólo para
aumentar el gasto del Estado. Si el Estado gasta más agrava
la deuda y, con más deuda pública, hay menos dinero para la
actividad privada. En definitiva, aún más paro. Ese
horizonte y la posibilidad de una intervención del Fondo
Monetario Internacional en Irlanda han hecho tambalearse una
vez más la Bolsa de Madrid, con una caída notable del IBEX
35. No cabe duda de que la crisis es mundial, pero es cierto
también que España la vive con una dureza mucho mayor que
otros países, ya que por razones políticas ha llegado menos
preparada. El país necesita un cambio drástico de rumbo
económico, y el PSOE no tiene nada que ofrecer: Zapatero es
parte del problema y con dificultad puede ser parte de la
solución.
Es inevitable que haya crisis económicas. Muchas veces son
imprevisibles, aunque no sea el caso de la que España está
sufriendo, anticipada por todos los expertos pero negada por
el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hace un año. Con
eso y con todo, lo más grave de la actual situación no son
las grandes cifras financieras, sino la situación de las
familias españolas. España tiene hoy más de tres millones de
parados, y según todas las proyecciones en el curso de 2009
otro millón de desempleados pueden unirse a esa lista
angustiosa. Los españoles que aún trabajan temen perder su
puesto, y de hecho el CIS acaba de confirmar que el 72,5% de
los ciudadanos considera que el paro es el principal
problema del país, mientras que casi el 70% cree que nuestra
economía va mal o muy mal. A causa del paro hay miedo y
desesperanza, porque el Gobierno no ofrece vías reales para
salir del túnel. Cuando la gente se rinde, cuando las
familias temen por su futuro, el país deja de caminar. Sobre
Zapatero recae la responsabilidad de que esta crisis tenga
una solución valiente y, aunque deba ser dura y exigente, dé
a los ciudadanos las respuestas y la seguridad que ahora no
saben dónde buscar. Porque si las crisis son inevitables, sí
se puede evitar que duren décadas o que priven a la gente
normal de las ilusiones y los proyectos fundados en el
esfuerzo y el trabajo.
Para Nuevas Generaciones, si existe margen, hay margen para
hacer “buena política” y esa es la obligación del Gobierno,
ya que no tiene margen y no sabe que hacer, que acepte las
ayudas y propuestas del resto de grupos parlamentarios, ya
que España vive en un momento crítico porque se juega, no su
futuro, sino el presente. Se trata de una situación en la
que hay una pérdida de confianza ante un Gobierno que nos
está devolviendo a las peores páginas de nuestra historia.
Ante esta situación, el PP seguirá planteando propuestas
para paliar la crisis. Es el momento de hacer política con
mayúsculas, de elaborar propuestas de cara a las
aspiraciones de los ciudadanos, ya que la fuerza de un
partido tiene que radicar en su fundamento moral, sin
oportunismos ni concesiones, y apoyados sobre esa sólida
base, escuchar a los ciudadanos, ser humildes y ofrecer
ilusión a los españoles que hoy viven momentos de
incertidumbre y preocupación. Recordamos que hay un millón
doscientos mil parados más que hace un año y la respuesta
del Gobierno socialista es quedarse esperando en el portal
mirando al cielo a esperar que escampe.
En lugar de reducir de una vez por todas el gasto público de
las administraciones limitando el número de altos cargos, de
disminuir el tipo del impuesto sobre las sociedades para las
pymes, la cotización al fondo de garantía salarial y reducir
el IRPF, de reformar el sistema laboral y sobretodo
desarrollar programas dirigidos a facilitar a los jóvenes el
inicio de su vida laboral así como de la creación de un plan
integral de apoyo a las familias, de revolucionar el sistema
educativo y de investigación tecnológica, y utilizar fuentes
de energía más baratas, más limpias y accesibles a todos.
Hay que tratar de convencer a todo el mundo de que es
necesario caminar unidos en la misma dirección con el
objetivo de dinamizar nuestra economía, apoyar a las pymes y
salvar puestos de trabajo.
Con respeto a esto no sabemos que pensarán las Juventudes
del Megáfono.
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