Un veinticuatro de diciembre, en
la mejor televisión de España por aquella época, la única e
inigualable TV1, nada más que había esa cadena, En ese
espectáculo que ofrecía a todos los españolitos por Navidad,
actuó el humorista Josele, quien sentado en el suelo, con un
teléfono en la mano, llamó a Alemania, diciéndole a su
hermano que había emigrado a aquel país, como muchos otros
miles de españoles lo hicieron a otros países europeos
buscando una vida mejor, una frase que se hizo popular
“Vente para España, Pepe”.
La cosa ha cambiado tanto que no creo que si Josele volviese
a actuar en la tele, en cualquier cadena, dijese la misma
frase, Igual, el humorista sevillano, como la cosa está como
está, era capaz de decir “Pepe, por tu mare, quédate en
Alemania”. Son las cosas que tienen los humoristas.
El humor es algo que se puede manejar al antojo de
cualquiera de los humoristas profesionales que lo practican,
dependiendo de la situación que se viva en esos momentos.
Sólo consiste, en algunos chistes, cambiarle el nombre del
pueblo o bien el nombre del personaje.
Vivir sin humor, todo el día con la cara colgando, no merece
la pena. España, de eso podemos estar orgullosos, ha dado y
seguirá dando, grandes humoristas que han hecho, con sus
chistes y ocurrencias, las delicias de varias generaciones.
No es lo mismo ser chistoso que humorista, son dos cosas muy
distintas que, a veces, no se saben diferenciar y se cae en
el tremendo error de creer que es la misma cosa. A igual que
se cae, en muchas ocasiones, en el tremendo error, de no
saber distinguir que dentro del humorista, existe el
humorista inteligente. O es qué Mingote no es un humorista
de los que podríamos llamar inteligente, con sus magnificas
viñetas, en multitud de ocasiones, portadas de periódicos de
gran prestigio a nivel nacional o qué decir de Forges,
Gallego y Rey, Pachi e Idigora, sin poder olvidar, el humor
inteligente del inigualable Miguel Gila, Tono o Álvaro de La
Iglesia. Mención especial para el que fuera un genio del
humor, en época difícil, Rampe.
Todos ellos son humoristas de otra galaxia, con un humor
inteligente que, a veces, es difícil de entender para los
que sólo ven los “monos” que pintan y la situación en las
que se encuentran o las frases que dicen. Cuando esas frases
y esos “monos” encierran algo mucho más importante que lo
que dicen o representan.
Hoy día, la gran mayoría de los chistosos y humoristas, no
inteligentes, recurren al chiste fácil, basándose en algunas
frases dichas, en la mayoría de las ocasiones, por los
políticos que, sin duda alguna, son una fuente inagotable
para cualquiera de los muchos chistoso y humoristas que hay
en nuestro país.
La verdad, todo hay que reconocerlo, que aunque todos ellos,
chistosos y humoristas no sean de los llamados inteligentes,
los políticos le ponen los chistes como dicen que le ponían
las carambolas la rey aquel.
En fin, buenos o malos, más o menos inteligentes, la risa es
algo que beneficia al corazón. ¿O no?
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