PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 10 DE FEBRERO DE 2009

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Ama de casa, un oficio con achaques

Por Jor D. Bys


No hay otra salida, debemos evolucionar. Estamos obligados a romper moldes y residir con los tiempos que corren. Todo lo demás es complicarse la existencia. Que se imponen modas absurdas, a por ellas. Se lleva el tupé, bien, habrá que adornar la frente. Que hay que raparse la cabeza, perforarse la piel, no pisar el plato de la ducha, insultar en vez de dialogar, saquear sin límites, rapiñar dos de cada tres juicios, renunciar a todo lo que tenga visos de instruido.

Que ahora no se estila conquistar la parte opuesta, habrá que pasarse a la senda de enfrente. Dificultades, las mínimas. No se puede nadar contra corriente. A todo esto sin que se te ocurra conceder un sencillo comentario contradictorio respecto al asunto; de hacerlo, de atrevernos a atravesar esa imaginaria línea, estaríamos perdidos. Las represalias podrían ser terribles. Cuidado con lo que se dice o se escribe. Absteneros de ello sin antes no visitar un asesor jurídico. Por lo pronto, y como mal menor, se nos tacharía de carcunda, fuera de circulación, apestado. De machista cuaternario con pelos en el pecho que, gusta de agarrar al sexo débil de los cabellos y arrastrarlo por los suelos. Lo que sorprende, tal vez más de la cuenta, es la celeridad de esa tendencia que nos asalta, casi al minuto. Lo que nos produce rareza es el conformismo con el que hoy día nos tomamos las cosas, como trasciende lo que interesa y lo que no. La manipulación a la que nos tienen sometidos, seamos hombres o mujeres. Tragamos al cien por cien.

Incluso ya está hasta mal visto el oficio de ama de casa. En determinados sectores sacar adelante el quehacer que la mayor parte de nuestras madres y abuelas realizaban, es decir cuidar de sus descendientes, formarlos para el futuro, preocuparse de la alimentación y salud familiar, economía…es sinónimo de regresión, de vuelta al pasado. “Pobrecita, en su D. N. I. consta- ahora ya ha cambiado eso también- ama de casa”, una iniciativa que se encuentra a la baja, acorde con los tiempos que nos contemplan, en crisis. Nuestras mamás perdieron el tiempo, estaban erradas. ¡Eso ya no se lleva!.

La reina de la casa ha sufrido una sustancial metamorfosis, se ha reconvertido en lo que al parecer antes no ejercía. Esa mujer obrera que, además, colabora crematísticamente en el bienestar y patrimonio; para que nos entendamos, en el pago de la hipoteca del piso, la letra del “cuatro por cuatro” y hasta en el apartamento de la Costa del Sol. .En manager, con incluido don de la ubicuidad, que orienta la casa a base de golpes de teléfono, generalmente desde la oficina, para coordinar el programa a seguir de esa otra mujer trabajadora de la que se pasa por alto todos sus derechos, llámense laborales, sociales, incluso constitucionales. La empleada de hogar, la “chacha” venida del otro lado de la frontera y para la que alguna que otra funcionaria ultra feminista de este pueblo, no merece la menor consideración ni respeto. En este apartado conviene mirar del Tarajal para abajo.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto