Tatataratachín, ‘Los reyes del tatachán’. “Queremos pedir
disculpas a todos aquellos que se quedaron en la puerta sin
poder entrar el sábado pasado en ‘La Sala’”, dice Javier
Barceló, más conocido como Payto. Y es que no hubo espacio
suficiente para albergar tanta expectación y tantas ganas de
cachondeo. En Cádiz hay una agrupación que por sus
características se asimila a la ceutí. La chirigota del Lobe,
el Cabra, Cornejo y compañía posee ese sabor a añejo y
cupletero que también ofrece la agrupación de Payto y
Alberto Mateo. “Todavía nos queda mucho para llegar a la
altura del Lobe”, asegura Mateo. Pero no es cierto. Sus
coplas son a Ceuta lo que las del Lobe a Cádiz. Veteranía,
buen gusto, ritmo chirigotero y crítica pintada con ironía.
“Cuando criticamos a alguien no lo hacemos con insulto”,
dice Payto. “El carnaval nuestro es disfrutar en los
ensayos, distraernos de lo cotidiano, quitarnos los
problemas y las penas y dar entrada a la alegría chirigotera
a partir de las siete, que es cuando empezamos a ensayar”,
añade el director.
El año pasado fue especial para ellos, ya que, gracias a la
conformación de un grupo nuevo (“no somos viejos, sino
veteranos”, reivindicaban en uno de sus pasodobles)
consiguieron aunar experiencia e ilusión para engendrar una
chirigota que caló desde la Mejilloná. Su estribillo se hizo
pegadizo como una lapa y provocó la sonrisa hasta del jurado
oficial. Su irrupción con un tipo novedoso, ‘Los miembros
del jurado’ evidenció que estos gamberros tienen cuerda para
rato. Les gusta la copa de balón servida con tres hielos, su
cigarrito y el tres por cuatro por compás. Este año son ‘Los
reyes del tatachán’. Alberto Mateo explica de dónde parte la
idea. “El tipo viene debido a una frase que nos dijo un
aficionado el año pasado cuando nos vio por la calle: ‘Aquí
en Ceuta sois los reyes del tatachán’. O sea, que quería
decir que el compasito que llevamos así chirigotero le
gustó. Nos dio la idea para sacar la chirigota este año”.
Irán vestidos de músicos de una banda “pachanguera y con muy
poca vergüenza”, aunque con muy buena afinación. Las cinco
incorporaciones de este año van a dar más colorido y más
potencia, aseguran. “Técnicamente hemos mejorado el grupo y
la afinación, en cuanto a las letras, eso le corresponde al
público decirlo”. En el saco de coplas han incluido alguna
crítica contra los asuntos públicos y políticos de la
ciudad. Veremos a ver a quien le toca, pero vayan
preparándose que llega el perdigonazo popular. “Haremos
crítica pero con toque de humor”, dice Mateo. El tipo se lo
han elaborado en Cádiz y se han gastado unos 5.000 euros en
la confección. Sólo les falta recibir los instrumentos
chirigoteros de la banda de música.
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