Es lo que parece que se va a hacer
este año, no sé si de gracia o de desgracias, en el que
hemos entrado hace seis semanas.
Por lo menos, cuando tantas cosas escasean y muy
especialmente los puestos de trabajo, este año tendremos
abundancia de agua y además de esa que ha llegado gratis,
caída del cielo. ¡¡Los santos nos quieren echar una mano en
época de restricciones!!.
Y es que en los últimos cuatro meses, los tres del otoño y
el mes largo de invierno que llevamos, ya ha llovido un 22%
más que en todo un año, por lo general.
Es de los primero que no vamos a tener restricciones, y las
predicciones que se dan sobre los próximos días puede que
aporten otro poco más de lluvia, por si no teníamos
suficiente.
Y ¡Ojo! Que no hemos entrado, todavía, en la cuaresma, en la
que el mal tiempo, por aquello de que hay que hacer un poco
más de sacrificio, suele acompañar hasta que finaliza la
Semana Santa.
Lo malo del caso es que aquí los embalses son tan pequeños
que, a partir de ahora, todo el agua que siga cayendo tendrá
que marcharse al mar, porque en los últimos datos que se nos
han dado se dice que estos embalses están entre el 94 y 95%
de su capacidad.
El año hidrológico, que no el natural, que empieza el día
primero de octubre, ha dado a los 18 kilómetros cuadrados de
Ceuta, hasta el pasado día 5, 855 litros por metro cuadrado,
cifra que ni los más veteranos del lugar habían conocido. En
la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir se estima que
la media anual de las precipitaciones, aquí en Ceuta, es de
alrededor de 700 litros por metro cuadrado, con lo que ya,
incluso si no volviera a llover, hasta el 2 de octubre, se
habría superado esa media anual en 155 litros, o lo que es
lo mismo en un 22,2%.
Naturalmente que con estos datos el agua debe costar menos,
porque el agua de la desaladora, que tan buenos resultados
da en los años de sequía, de momento, no debiera hacer falta
en mucho tiempo.
No es de extrañar que, en estos momentos, Acemsa esté
realizando ciertas pruebas para reducir, o para disminuir,
la producción de agua de la desaladora.
En todos estos meses, dejando de lado septiembre en el que
hubo una tromba de agua que era de “catástofe” regional, con
533 litros caídos en un fin de semana, el último fin de
semana del propio septiembre, digo que en los cuatro meses
desde octubre, en el que mas ha llovido ha sido en
noviembre, con casi el 50% de lo que llueve en todo un año:
311,4 litros, pero a partir de aquí no parece que los
temporales vayan a amainar y empieza a ser preocupante que
en los primeros cinco días de febrero ya hayan caído 107
litros.
Cuando se habla de tantas obras, de tantas mejoras de Ceuta,
ya va siendo hora de que se piense en la ampliación de sus
embalses, para asegurar, por sí solos, el agua necesaria
para todo lo que aquí se necesita, y este sería uno de esos
años en los que el ahorro de agua más cara estaría
asegurada.
La capacidad de los embalses de Ceuta es de 2.285.414 de
metros cúbicos, ahora están en torno a los 2.134.000, con lo
que, de ahora en adelante, se va a tener que desperdiciar un
gran caudal que irá directamente al mar. Más obras públicas
de las que, de verdad, hacen falta, y esta sería una de
ellas, que abastecería a Ceuta para ahora y para muchos años
más tarde.
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